martes, 25 de junio de 2013

RESCOLDO





El cáliz derrama sangre sobre la luz,
se oyen los últimos bufidos del sol noctámbulo,
la falsa precariedad de la noche auguraba
las verdes lágrimas tras los incesantes cánticos.

Detrás, entre el musgo y las velas,
izamos las banderas del olvido
mientras, irracionales, nos preguntamos
 
¿Dónde está la vida?



de «Los Ocasos de Larios»

viernes, 14 de junio de 2013

¡Soy Asmodeo!, un criminal



Jacobo Ligozzi - "El avaro"



Rafael, panacea divina
Aroma santo
¿no bailas?

Mero títere, 
Mero velo desnaturalizado

Azarías
¡No serás dueño del azar!
Tus alas se estrellan contra mis ventanas.

Rafael,
¡Que peligro bordear un corazón!
¡Tú que curas ciegos, eres el más ciego!
¡Tú que sanas, sánate a ti mismo!
¡Eres lluvia y sigilo en medio del caos!

Sigue con tu peregrinaje y tus amoríos
¡No sabes qué es un orgasmo!
¡No sientes qué es una flor!

¡Ese dorado pez te saltará a la cara 
Y de un mordiscón te revelará la sangre!

¡Soy Asmodeo, un criminal!
Impongo la vida y te la arrebato
Por que cada una de tus plumas son inútiles
Y mis cuencas oculares 
son capaces de erizar la sangre
de los más cardíacos

Renuncia Rafael a todo gobierno, 
renuncia a tu viaje anómalo
¡Siéntete morir! 


de "Los Ocasos de Larios"

miércoles, 5 de junio de 2013

Vuelo ensombrecido y misterioso: JULIO CHIROQUE






LOS GALLOS VIGILANTES


Los gallos matan a picotazos la noche
los gallos matan a canto la oscuridad.
Un gallo se hace vigilante
con su ondulada cresta roja,
sin plumaje de aspavientos,
con pico y espuela corroe la noche,
con canto y canto anuncia
la inexorable y espaciosa muerte,
tu canto es claridad
tu canto es libertad
tu canto entra por cualquier
rendija de la casa,
claridad y libertad entran
por rendijas de las casas,
en noches confundidas como ésta
gallos vigilantes corren al unísono
espantando y matando la oscuridad
abramos los ojos y echémonos a andar.
La más negra noche es matada
por los gallos vigilantes,
la más negra cárcel es matada
por los gallos vigilantes,
la más negra calumnia es matada
por los gallos vigilantes.
Los gallos vigilantes
escarban y escarban
hasta el desgaste de su última garra,
los gallos vigilantes
sudan sin clamar perdón,
los llevan a la jaula o al panteón
siguen cantando sin pedir permiso
de sus orondos y apretujados buches
no sale ni un granito de maíz
hasta que una negra mano
ordene las irreparables muertes,
mueren con su ley
elevando sus jorobados secretos
en un minuto de silencio.
Los gallos vigilantes pregonan
claridad y libertad.
Los gallos vigilantes cantan
y cantarán los que vendrán.



UN CABALLO SUELTO EN LA MANADA


El potranco de mi padre, estampó su marca
en la potranca de mi abuelo chacarero,
escribió su propio nombre potranco.
Desde el fondo salía melodía de dolor
bravos hijos pateadores de mi ser
han pateado desde adentro sin piedad
será bueno que les demos nuestra sed
y cuidemos nuestra prole con ardor
por ser frutos bienvenidos del amor.
Ya adultos el potranco y la potranca
aconsejan como sabios de los campos
por los golpes recibidos de la vida.
Un buen día casi todos en corral
con montura, soga, brida y bozal
se quedaron encerrados, enredados,
renegando y dando vuelta por doquier.
Aquel día se escapaba de la cría
un potranco sorprendido, dolorido
reclamaba respirar el aire puro;
sus mayores decidieron dejar libre
que latidos compungidos lo amansen.
De otro lado murmuraban dos quejidos:
Doña yegua, un potranco hace daño,
se ha metido a comer pastos prohibidos,
no hace caso a cosas divergentes
al azote, espuela estrellada;
caluroso va trotando y relinchando
rompan lentes y desaten ataduras
a los ciegos, a los mancos enclavados
que tanteando y sesgando están roncando.
Don caballo, un potranco hace lío
no respeta a los cercos espinosos.
Bayo es su nombre, bayo sobrenombre,
bayo encaminado, bayo corredor,
bayo acalorado, bayo pateador,
bayo ensimismado, bayo amargado,
bayo estremecido, bayo encabritado,
bayo saludando, bayo cortejando,
bayo galopando, bayo corcoveando,
bayo desbocado, bayo deslenguado,
sin temor al más pintado,
bayo suelto en la manada
con rondín y un rincón a su costado
                    ¡Bayo es mi caballo!






LA GUILLOTINA


Ya no doy poemas a nadie
el poema no me pertenece
agárralo, arrójalo,
destrúyelo, constrúyelo,
subráyalo, transcríbelo,
apréndelo, decapítalo,
........ .........
Un poema es un poema
y los poemas malos
hay que enviarlos
a la guillotina.
¡No! A la guillotina ¡No!
A la guillotina van los poemas malos
porque de ellos es el reino de los cielos
ellos garabatean las líneas de los versos.
A la guillotina los benditos amigueros,
por ser dueños de sus malagüeros,
ellos opinan que el poema es bello.
La guillotina del presente siglo
no se aplica por las puras
tiene reglas matemáticas.
Poetas traficantes de literatura
¿con quién o con quiénes pelean?
Den las gracias poetas malos
que la guillotina no es para ustedes
pueden salvarse algunos más, no todos.
¿Y los que se "creen poetas"
deben ir a la guillotina?
¡No! A la guillotina ¡No!
Pero, ¿qué estoy diciendo?
A la guillotina:
los poetas malos,
los benditos amigueros,
los malditos pandilleros,
los que se "creen poetas"
y otras tantas malas hierbas.
Por favor, ¡Entiéndanme, compréndanme, créanme!
¡La guillotina no se mancha con cadáveres!
¿Cómo no decirles, a los poetas malos
que pierden miserablemente su tiempo
dando loas a elefantes con pies de barro?
Si verdaderamente queremos escribir:
tendremos que poner nuestros dedos en las brasas
tendremos que poner nuestras venas en las letras
tendremos que hervir nuestra sangre de su sangre.
Debemos pelearnos con la noche
debemos elevarnos con el aire
debemos fundirnos con el fuego.
El día que le fuego deje de alumbrarnos
poblarán los tigres de papel y las pavesas
limpiemos nuestros polvos
quememos las chamisas
soplemos las cenizas.
Nosotros los humanos debemos servir
de todo corazón el nuevo amanecer.
Un poema es un poema
no tiene otro parecido
y el poema del universo
no es el poema del sexo.
¡Aló!
Señores poetas malos y compañía
pavonéense como dioses del Olimpo
derrítanse con hielo, ¡diviértanse!
no se preocupen
por la guillotina
ella está destinada
a otros amigos suyos
malditos y pandilleros
hacen mucho daño al país.
Poetas hermanados de enemigos
usurpadores de tierra y títulos
en vez de granitos de arena
venenos salen por sus venas.
Poetas malos descansen en paz
la guillotina no es para ustedes
¡La guillotina no se mancha con cadáveres!
¡La guillotina
                    no se mancha
                                         con cadáveres!



 PINCELADA II


Mamábuela, Mamáurora ¿Por qué me dejaste
tan pequeñito? ¿Por qué tuviste que partir?
¿Por qué la gente buena se va más rápido?
Te has reflejado en mis ojos fatigados
te has presentado de blanco tul,
de tus labios salía un susurro pueblerino
"ándate hijo que el tiempo nos gana"
yo creía que andar era regresar,
así aprendí a correr descalzo
por sinuosos matorrales corraleños 
hasta llegar al ciruelo del abuelo.
Mamábuela te he visto
enganchando el carro al sol,
aquel carro jalado por tíos caballos:
Domingo, Jacinto, Carmen, Néstor.
Mamábuela los cuatro caballos
ya no arrastran el carro del Sol
han partido por diversas rutas
dejando al viejo, ciego y sordo
caminando a la deriva sin fortuna.
Aurora diosa primorosa
cada vez que enganchas el carro del Sol
abres las puertas del día de par en par.
Mis cansinos rayos se consumen poco a poco
y a dentelladas peleo con mi propia sombra.
Mamábuela he dejado de darte:
los buenos días, las buenas tardes,
las buenas noches, las buenas gracias
y todos los saludos por llegar.
Mamáurora extraño tu presencia
recuerdo pasajes prendidos en mi memoria
que rasguñan mi humo blanquecino.
Sentado en mi piedra de arena
siento que atizan y hurgan mi cerebro,
por eso me enciendo como brasa.
Mamábuela uno viene a este mundo
con pies desnudos y torcidos
por eso mi sino es inclinado.
Mamáurora todavía por acá andando un rato más
hasta cansarse de jugar, sin dejarme arrastrar
por las malas compañías y así quedar bien
ante ti, ante mí y ante los demás.
Mamábuela observas el algarrobo piurano
que engendró, trasplantó y multiplicó
en tierra fértil y lejana a los Paico;
se está cumpliendo tu promesa,
"compartir lo poco familiar a todos por igual"
tus palabras no eran vanas afirmabas:
"cuando uno llega a la vejez
lo tratan mal, no le hacen caso,
lo insultan, le hacen muecas;
rehuyen la conversación
¡qué triste es la vejez en el Perú!"
Después de tantos halagos y promesas
nuestros hijos nos dejan
sin saber que se alejan
para siempre.
Los rezos y cantos celestiales
nos llaman a estar juntos, repites:
¿qué haces padeciendo José del Carmen?
¿por qué demoras tanto? De seguro
que estás pagando tus pecados.
Mamáurora, Mamábuela
Papábuelo mira para atrás
entre dientes se pregunta
cosas infinitas
reza y bendice las visitas;
dice: "De repente a tu regreso
no me encuentres, ya me va a agarrar la noche,
voy a colgar el pellejo; quiero que me entierren
donde la noche me agarre; en cualquier lugar
y en cualquier momento me reuniré con Aurora".
Mamábuela desde el momento que te escribo
voy por el curvo camino de la casa eterna,
sé que volveremos a abrazarnos fuertemente.
Hasta pronto Mamáurora, Mamábuela
tu hijonieto que te recuerda siempre.






VUELO GUERRERO DE LOS ANDES



Los cóndores bajaron de los Andes
rompieron cadenas oxidadas,
los cóndores abrieron las compuertas
regaron sembríos en los valles.
Son hijos de Hualtaco y Piedra Sider
llegaron con ganas de comer, beber,
vestirse y un techo en los picachos;
allí multiplicaron sus quehaceres,
anduvieron vagando en las tinieblas
y de pronto en un pico
titiló la luz del universo.
Cóndor, guerrero de los Andes
tu piel se llena de amargura
tu cresta se tiñe de bravura
tu cuello enroscado con chalina;
tus plumas se llenan de aire puro
tus ojos son grandes dibujantes
tus garras filudas y punzantes
apuntan de frente a los implumes.
Cóndor, guerrero de los Andes
con alas extendidas divisas
lo llano y alto de regiones;
bajas y subes
levantando polvareda,
dejando pasmados y azoradas
las cóleras y gestos arrugados.
Cóndor, guerrero de los Andes
te has levantado en la ola gigante
ahogando y aplastando cabezas;
millones de lágrimas reclaman
salvar el barco y rumbo definido,
vuelo ensombrecido y misterioso
en qué confín no formarás ejército.
Hoy eres odiado, mañana venerado
vivirás en corazón enamorado,
invisible pelo cano, barba larga
acortas la esperanza del mañana.
Cóndor, guerrero de los Andes
en furibundo vuelo atrapas
a plantígrado y águila,
en furibundo vuelo atrapas
a lobos, cerdos, perros,
en furibundo vuelo atrapas
cabezas de ánforas y rabos de cometas.
Ave luminaria del punto cardinal ¡Mundial!
te vuelves a los cerros, regresas nuevamente
con fuerza de gigante alumbras y retumbas.
Dios del Incanato
Hijo del Hualtaco
Espíritu de Piedra:
emisario de los hombres
de plumas negras azuladas,
camarada de los aires
de plumas canas de nevada.
Cóndor vuelo oblicuo
cóndor, poncho negro
eres el fantasma que recorres
los Andes, América y el Orbe.
Cóndor milenario
el poncho está abierto
¡Cerrad, con broche de oro!



Julio Chiroque (Corrales, Tumbes 1952 - Puno 1992), egresado de la facultad de Psicología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fue miembro de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (ANEA). En la presente plaqueta se incluye el poema "Los Gallos Vigilantes", que responde a su primer libro publicado en 1988. El resto de los poemas corresponden a su segundo texto poético inédito.