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lunes, 24 de agosto de 2020

LEOPOLDO MARÍA PANERO: «Poesía post 2000»


 
[ DE "TEORÍA DEL MIEDO" (2000) ]

 

El poema desafía la vida

que es sólo un monstruo acechando en lo oscuro,

o un falo aspando en la noche

sola diosa ante la que me arrodillo

buscando como un pez invertido

sobre la página el secreto de la nada.

 

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Mi nombre es sólo muerte

mi nombre es locura

locura peor que la muerte

clavel en la nada, tumba

Abel Garmín saliendo de mis huesos

firmamento azul del kif y la granada

en donde esculpo el símbolo de la nada

y veo hablar sólo al sapo

oh poema cruel, lector cruel

hipócrita lector, mi semejante, mi hermano

hendidura de la mano

amiga sólo de la nada

que a la realidad saquea

o bords siciliens d'un calme marécage

qu'à l'envi de soleils ma vanité saccage

oh el poema que destruye y corroe

y asesina a la cosa

poema de la cosa que no tiene piedad con

     la cruda realidad

y que pide limosna aún a la realidad.

 

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Muerto con muerto,

gozándose en la sombra

mientras vuela el león

y el águila contradice el poema

al que muerden las ratas sin piedad.

 

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[DE "LOS SEÑORES DEL ALMA" (2002)]

 


SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO

 

Oh tú, pálida vejez del poema

pálida hermosura del tiempo

oh tú que fuiste Alceo,

y rostro dorado de la ruina

amenaza constante

de ser contra el espejo

de ser contra la vida,

contra el abyecto secreto

del tiempo. Y será mañana el hambre

el deseo del tiempo

para morir tan sólo

lejos del excremento.

 

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ALBERTINE DEL POEMA

 

La flor que se desnuda en el viento

la flor que ríe y el pájaro que llora

(Verlaine lo dijo)

y Proust escribía siempre de noche

mientras caían, como lluvia de ceniza

los pájaros en su alma que temblaba

como una flor ante el insulto,

como una herida en los ojos

como la perfección de la ceniza.

 

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[ DE "DANZA DE LA MUERTE" (2004) ]

 


Ah, sabor de la vejez, única desdicha

que nos sitúa en la cercanía de la muerte

dictándole poemas al recuerdo

dedicándole mi vida a la memoria

atroz de ser yo, ya sin pasado

ni futuro, porque el futuro

también huele mal, como el recuerdo

que desafía a la vida

y, como el Séptimo Sello

juega sobre el papel con la muerte.

 

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                                                            «Todo poema corre el riesgo de carecer de sentido

                                                            y no sería nada sin ese riesgo».

                                                                                                                            

DERRIDA

 


La vida, es sólo un riesgo

un riesgo de morir, sólo un deseo

permanente de morir, frente a la cosa

desnuda como un ojo, como pez, al que la muerte

llamo «vida»

frente al sol que nos espía, vida

por el sol vencida, por la nada

o lo que es menos que la nada,

Basílides dijera, porque el poema

es el único ser, al que se abrazan

temblorosos los hombres, imprecando contra

el ser, y contra la desgracia

único ser sin final, que cualquier día nos acecha

Drácula, Vlad Drákula, que tiene

por señor a la sangre, a la sangre feroz del poema

en que el estiércol

dora su sinfonía, y la vida

se suspende como un rito

como el ritual del neurótico obsesivo

que es el rito de vivir, y de escribir

como una página en pie contra la vida

serpiente que palidece como el recuerdo y la visión

ante un electroshock

para que otra vez el silencio surja, como la muerte

y el horror de ser tú, de nombrar

frente a la nieve la palabra «tú»,

la palabra indecible, la palabra oscura

del ser y la nada, y el misterio

de la palabra «tú», mientras los hombres hablan

del secreto oscuro del ser y de la nada

y del terror de ser, y de escupir a la bestia

oscura de la vida, oscura de ser alguien

frente al ser vil que mañana me rodeará otra vez.

 

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[ DE "ESQUIZOFRÉNICAS" (2004) ]

 


El poema es el único suspuesto de que yo existo

la única garantía de mi ser:

el único rezo por que el no ser no sea como el ser.

 

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[ DE "MI LENGUA MATA" (2008) ]

 


XII

 

Vivir es un trabajo mal pagado

Una escena en la sombra, un mundo al revés

Una lágrima que no es lágrima, un mundo que no dijo nada

Un difícil saber, un saber de la nada

«Una cantinela, un opus, una cita»

Deleuze lo dijo citando a Guattari

La escritura no es sino cansancio de vivir

Porque «toda conciencia posible de la vida

Es conciencia del mal de la vida», Hegel lo dijo

Cuando ya no es el poema, sino la niebla horadando el verso

La niebla que cae como una lágrima

Horadando el verso, sobre el verso.

 

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XXIX

 

La batalla perdida de la vida

Nos enseña a mentir cuando la tarde es pura

Y sobre el barranco vuela una paloma

Como dije yo en otra ocasión

Y la carne es triste y llora una paloma

Y, como alguien dijo: he leído todos los libros

Y en ninguno decía que la tarde era pura

Oh colegial del silencio

Enséñame a escribir de nuevo

A volar sobre la mano que escribe

Y escribe aún un terco poema

Nacido de la sangre y del vino de la vida

Porque la vida es una enfermedad incurable

Y sólo escribir nos salva de ella.

Y lloro porque no hay lágrimas

Y lloro porque no lloro.

 

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XXXI

 

La escritura es una flor vencida

Sobre el papel que despide mal olor

Sobre el papel hediondo que nos cura

Con su mal olor

«Y los tranvías lejanos me ayudan la tristura»

Como Borges dijo.

Oh tú, vida hedionda

«República de viento

Que tiene por monarca un accidente»

Bocángel lo dijo para alimentar la tristura.

Oh silencio en la mano que ofrezco a la nada

Oh nada que avanza como un reptil

Sobre el papel

Y que desaparece en lo negro

Donde todos se van

Eliot lo dijo

«Todos van a lo negro»

Y la mano del elefante acaricia al poema

Hecho sólo de marfil y de carne humana

Oh silencio que gime en lo más profundo del miedo

«La vida es sólo miedo a morir».

 

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[ DE "GÓLEM" (2008) ]

 

Qué es un flor solo lo sabe la flor

a la que nombra en vano mi saliva

mi saliva impura que una flor corona

llena de moscas como para rezar

para adornar tan solo al dios de las moscas

al dios de la corona de excremento

al dios imperfecto y corcovado

que las moscas adoran llamándolo Vulcano

siendo el poema su fragua como un martillo en vano

y ahora en la calle como a Stirner me picará una mosca

venciéndome.

 

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¡Ah! El terror de que nada esté escrito

de que sea la Nada el único emperador

que el ser sea el fin del perecer

el único emperador es el emperador helado

Wallace Stevens dixit

El terrible momento de no tener ya nada en qué pensar

de no ser más que un juego de Strindberg

que en mi corazón veas la danza macabra

y que haya espectros en mi cabeza y llueva sobre mi cráneo

y sea la página una lluvia que nunca ha de escampar

y para maldecir a los hombres aquí sobre el papel

sobre el papel en ruinas donde danza un espectro

lamiendo las costras de mi tumba

orinando sobre los fantasmas

y pidiendo perdón a la nada

en donde aún ladra el poema

y reverdece mi piel

asida al llanto

cruel de la sombra

¡Ah! Teatro de la crueldad

rostro en penumbra

asido a las columnas de la sombra

asido al templo de la ruindad

y a la risa en tinieblas de la muerte

¡Oh! Tu cuchillo

que danza sobre el estómago del grillo

y si no aquí esperar como un sapo

a los corceles de la muerte y del grito.

 





LEOPOLDO MARÍA PANERO

(1948 - 2014)


Poeta, narrador y ensayista español nacido en Madrid en 1948. Hijo del poeta Leopoldo Panero y hermano de Juan Luis Panero, también poeta, mostró desde muy pequeño su interés por la poesía. A los dieciséis años, fascinado por la izquierda radical, ingresó al entonces prohibido Partido Comunista, cuya militancia le valió su primera estancia en prisión. Inició su carrera como poeta de la mano del maestro Pere Gimferrer; sin embargo, su vida fue trastornada por el alcoholismo, la depresión y dos intentos de suicidio antes de cumplir los veintiún años. La esquizofrenia lo mantiene internado por voluntad propia en un pabellón psiquiátrico, donde mantiene vivo su interés por la literatura. Autor de una importante obra, es considerado como uno de los poetas más importantes de España. Su primer libro, «Por el camino de Swan» en 1968, fue el inicio de una cadena de publicaciones, entre las que vale la pena destacar «Así se fundó Carnaby Street» 1970, «En Teoría» 1973, «Narciso en el acorde último de las flautas» 1979,«Dioscuros» 1982, «Poemas del manicomio de Mondragón» 1987 y «Heroína y otros poemas» 1992. 

viernes, 7 de marzo de 2014

Poema inédito: Leopoldo María Panero





En cuanto a la
tristeza como modo
de venerar la libertad
no libre del delirio

Diré lo mismo de 
otra forma porque la repetición 
es un señuelo casi 
inteligente

Ciertamente la mano 
polvorienta de 
un enano

Enseña a los 
hombres un pez

Significando la poesía

Que se opone bastardamente a la verdad

Que rumia aforismos en pie sobre las tumbas
Sobre las que llora el ruiseñor

Como una bruja significando el silencio
Con un vaso de placenta enemiga de la verdad
La poesía como un hombre enemigo del hombre
Azuzando a sus perros
Para que persigan la eternidad que venden los relojeros.


Del poemario «Rosa enferma», que publicará en otoño Huerga y Fierro.




jueves, 6 de marzo de 2014

Leopoldo María Panero ha muerto en el Hospital Psiquiátrico Insular de Las Palmas de Gran Canaria




La luna a veces es un camino nuevo bajo los pies, se te mete al bolsillo y en cuanto menos te lo esperas, echas a andar con ella, luego las pestañas se te desestresan con timidez y el cuchillo de la calle refila las neuronas... la luna, varios pasos hacia casa, por el otro lado, la reja a esta hora está cerrada, ese apagón cotidiano y efímero es un ángel cruel, me deja pasar pero agoniza en mis zapatos, y para más inri hoy ha llovido como hace mucho que no llovía, aunque me guste no deja de inquietarme. Comprobar que todas las cosas estén en su sitio, sobre todo ahora que la negrura es una garra abierta, comprobar que la puerta está disimulando su helada oración guardiana, comprobar la presencia y la respiración de una guitarra, comprobar los libros en la mesa del comedor, comprobar que no me quiero dormir aún, que revisaré poemas de hace años; hay una palabra que ando buscando para titular un segmento en el poemario y que por alguna maltrecha razón me evade o me desprecia. 

Son las 00:07 de un día que empieza mareante, la luz encendida lastima mis ojos, la tele suena a taladro lejano. Virginia Benavides tiene un post donde dice que Leopoldo María Panero ha muerto hace algunas horas: «Adiós, poeta Leopoldo María Panero», para mayor información las palabras están acompañadas de una foto pequeña donde se ve a un Leopoldo risueño y de mirada traviesa, como incitando a cometer una fechoría. Mi primer reflejo fue la incredulidad más exultante que se ha visto, abrí el buscador con los datos: Nada. Ningún medio había publicado la noticia, su biografía en Wikipedia no tenía su año final, las últimas noticias relacionadas lo vinculaban con la muerte de la Nena Moix, su eterna Lotte, pero de su muerte nada, no es la primera vez que se rumorea su deceso. 

Un vaso entero de limonada para quitarme un sabor amargo en la boca, un cálido reposo en las vigas para encender un cigarrillo y contemplar el cielo, quitarme el chaleco y pensar en la primera vez que leí un poema de Panero, fue en Madrid, el año 2006, en la biblioteca de la calle Felipe el hermoso, —barrio de Chamberí— que estaba a unos doce minutos a pie desde mi casa en la calle Alonso Cano, era sin duda un paseo hermoso. Cogí el libro porque me faltaba uno para llevarme tres con el carnet, tenía en la mano dos novelas así que me decanté por el poemario. Poemas del manicomio de Mondragón, la portada era roja con letras negras y llevaba una ilustración de un hombrecillo con dos escaleras dobladas a cada lado. Hiperión. Lo iba hojeando por el camino, el libro estaba bastante usado, lo habían leído varias veces, tenía manchas de todo tipo, huellas de alguien que usó las hojas como servilletas, también había algo de ceniza, una pequeña nota dentro con un número de teléfono escrito con pulso impreciso. Esos versos me atraparon rápidamente. Reconocí de una manera diáfana y soberana esa misma noche, mientras me bebía un tempranillo, que eran unos poemas cojunudos, una eyaculación sangrienta sobre el papel. Me lo imaginé todo, la locura, los pasillos inhóspitos, los demás pacientes, la soledad de la máquina de escribir, el jardín a media mañana, la comida mal servida; todo eso es lo primero que se me vino a la cabeza y se quedó interno en lo más hondo del inconsciente, eso y la soledad de siete pieles que reaparece en mi vida de vez en cuando. 

Regresé al ordenador, leí los comentarios al post de Virginia, en uno ella misma decía que era cierto, que lo había confirmado su casa editora Huerga y que ella lo había visto primero en el muro del poeta argentino Alejandro Méndez. Acto seguido busqué en facebook la página de la editorial, vi su logotipo, un toro de líneas naranjas, como de pintura rupestre, supe que era una editorial madrileña mientras escuchaba el eco de una canción de Nacho Vegas. La despedida era extraña, escueta y sin mucho ruido, resaltaba el lado amistoso de Leopoldo, la palabra amistad se repetía hasta en tres ocasiones, y al final del texto: «Te queremos. Descansa en paz», debajo, un par de fotos de un sonriente y avejentado poeta estéril junto a su editora, rodeado de libros. Esa clase de rumores tienen un color y un olor particular, se hacen presentes de a poco, van ganando terreno como una plaga; los comentarios iban en aumento. El poeta Gsús Bonilla a eso de la 01:45 publicó un responso donde decía que había soñado con él, que Panero le decía que en la otra vida se le habían olvidado las penas. Le pregunté si estaba confirmada la noticia y me respondió que en el muro de uno de sus editores se daba por hecho y que varios amigos comentaban ya la noticia como si fuese real. Un minuto después volví a rastrear la red, esta vez di con algo nuevo, un golpe certero a mis ojos cansados en toda regla, era de la página informativa leonoticias.com, (http://leonoticias.com/frontend/leonoticias/Muere-Leopoldo-Maria-Panero-El-poeta-Maldito-Por-Excelenc-vn138779-vst240el artículo estaba firmado por un tal Luis Artigue y el titular ponía: «Muere Leopoldo María Panero, el 'poeta maldito' por excelencia». En la nota, Artigue incluso menciona que entre las fuentes que le han confirmado la noticia están la editora y el psiquiatra del poeta. Las fotos y los poemas iban sumándose en los muros y un nudo en la garganta arribaba a nuestros corazones en un tren negro, muy negro, como las aves que parten al invierno en los años de hambruna. 

Repasando con los dedos la tela con la que se viste la parca, siento que tengo una casa en mi manantial obnubilado, que dentro de la medalla estoy yo solo, que mis canciones cerebrales están grabadas con materiales volátiles, que si me paseo por el jardín, caeré en un pozo con la complicidad indiferente de un día gris, que en definitiva tengo dos casas, la que habito ahora con los pies, y la de los giros traslúcidos vistos desde la atalaya del camino que da al descolorido valle de la nada. Expoliados de la mortalidad una vez más, nosotros, los buitres mentirosos que se saben el guión de memoria, menos el de qué pasará con las risas cavernosas, cuánto tiempo durarán los cigarrillos dentro de las coca colas, cuánto cuesta Prin la lá, quién planchará las camisas a cuadro engañosas, qué pasará con esa forma de hablar que traía tintes de suburbio alcoholizado y refregado, ese reírse de la gente, de la locura misma, reírse del espanto, cagarse encima de lo mundano haciéndose una puñeta, qué pasará con el canto en merienda de negros, con esa película que Almodóvar nunca rodará, con el acento de niño enlutecido en el desencanto, con su hermano Michi que también nos ronda con alas perladas de abandono, qué pasará con los locos peatones de una mente que susurró la muerte tantas veces que ahora que la tiene ya no la quiere, que ahora que la esta viviendo se le olvidan hasta el llanto de los jilgueros y los primeros salmos en la parroquia, se le olvida qué era la nada y de qué color era su sangre. 

Hace una hora más o menos la página de Wikipedia de Leopoldo María Panero ya tenía fecha de defunción, ha sido una noche rara para todos, sospecho, minutos después, el periódico ABC daba cuenta de la noticia y la hacia más notoria, véase:
(http://www.abc.es/cultura/libros/20140306/abci-muere-poeta-leopoldo-maria-201403060858.html). Los medios han tardado lo suficiente como para que ya se esté hablando de que la falta de reconocimiento de parte de la sociedad es inaudita para con un poeta de tan hondo sentir y de quien la España de hoy en día se siente asqueada y resentida.

Qué sucio vas a estar si te encajonan Leopoldo, ¿Qué talante tendrá el que te deposite la primera flor? Le van a hacer un monumento de tabaco a tus poemas, van a levantar muros con los silencios de tus líneas y con la memoria de tu repiqueteo trasnochado en esa celda en la que te metieron tus padres, van a hacer un fino modo de encarar lo que resta de vida, lo que resta de tiempo.

Defiende tu espada azul con los ojos abiertos y en paz.