Y para qué retener
jardines en la mirada
o acumular lluvias
si mojada estoy de espera
Y minado está mi pecho
de tanta pólvora que alberga
este pulso
Mi tiempo
se ha entregado
al barro de sus orígenes
ahora estás fragmentado
en mis costados que sangran
Regálame silencios
porque tu voz es un fruto
esparcido por mi vientre que palpita
Déjame cerrar los ojos
quiero ver
cuando la noche arranque
nuestras últimas flores del jardín del edén
para ofrendarlas
a la muerte.
Del poemario: «La luna lleva sal», Chanchito Ediciones, 2018 (2da edición)
Valeria Sandi Peña (1991, Santa Cruz, Bolivia) es poeta, actriz, gestora cultural y abogada; también cuenta cuentos, de manera voluntaria, en los colegios de su país.
Foto: Eclipse lunar en La Paz (NASA)
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