TRIPULANTE GALATEA
Busco la fragilidad de náufrago
entre miles dientes de león
por ese camino viejo
traigo los pies
como mecenas
de campo ajeno
andando cuando el gentío
duerme
Se rellena de tierra la muerte
con rastro a vino
nombrando a alguien
y perdiéndose en una
madreselva de una flor
con zafios grillos a través
de las ondas de agua
Con setas a espaldas mostrando
las minucias vestidas de lobo
Enemistado con las aves
marcho imitándolas
planeando desde
un mástil atado
sospechoso de errantería
golpeando
con martillos de un piano
sepulcral
aquí se emulan a naturaleza
porque somos
todo lo que se nos parezca
(barroco remedo)
CORO
Aquí la muerte se viste de niebla
herético
como el lloro gutural
de una recién nacida.
TRIPULANTE FILIS
Tengo la confusión de
advertirme tras un espejo
aparento ser una pintura
duplicada sin nombre
parida del estupor
Sentirme vapor en medio
del Sahara
siendo tragada por el vacío
como flama que se extingue
por falta de oxígeno
En río de sol
que percibe
mi espíritu como
mauritano.
IV TRIPULANTE
Soy el loco que duerme
en el viento de la noche y el día
calles abiertas
abiertas como fauces ballenas
(Cálido entre las aceras
acompañados de guijarros
sembrados como cañaverales)
Ese loco que le vence al tiempo
comiéndose a trozos su propio
cuerpo
Ese mismo
que por cumplir con una
promesa
se suicida
y nace con cada orgasmo
TENGO LA LOCURA EN LOS PIES
En la palma de las manos
en la suerte de los impúberes
abandonados
haraposo
mugriento
dándole la cara a la amada
multitud
En sus mil aromas y hedores
que emana mi cuerpo
en la mugre
de los asfaltos
hago míos
los pasos errantes
y mortales
soy de esos pocos dioses
que toparon su personalidad exacta.
LA ÚLTIMA MORADA TERRENA
Ya nadie llama antes de entrar
y solo las libélulas
se anuncian con manso zumbar
que aún alguien habita
que el vacío no es vacío
que en la mecedora
aún se apostillan manos rosadas
y niños con alharacosos ojos
jugando al conejo de hule
hacen hoyos despojados
Se observan mariposas de luz
haciéndole el amor
a la inexistencia
es
la última casa
la última estación
la última morada
el último silencio
la última existencia
el último exilio del afuera
la penúltima barca
de un naviero
CORO
Amor y Muerte
dos grandes sabios
se muere después de vivir
siendo el amor a la vida.
DITMAR CASTRO VILLENA: Poeta y educador afincado en Puno. Ha publicado «Neurastenias de un individuo solo» (Cuervo Editores, 2014, la plaquette «Isla de carne» (Cuervo Editores, 2015) y el poemario «Galera al extravío» (Rupestre Ediciones, 2017). Conforma también la Asociación Cultural Huajsapata desde el 2015. Formó parte de la muestra poética «10 poetas de un solo caño» (Cuervo Editores, 2014).
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