lunes, 20 de diciembre de 2021

RODDY ARHUIRI: «Los cielos de acrílico»






VERTICALIDAD DE LAS PIEDRAS

Ando por las veredas
con los ojos en los zapatos.
Descanso en la retama 
de todas partes.

Entiendo la verticalidad de las piedras 
por debajo del frío 
que vuela entre hojas apocalípticas.

Reconozco el rostro del agua
en este deseo animalista,
en esta tecla de amor
que se mueve mecánicamente.

Encuentro los nombres inéditos 
de los hombres que nunca llegaron
por el camino de atrás.

Miro el árbol que alimenta
d   i   s   t   a   n   c   i   a   s
desde la humedad del sol
y me encuentro en el equilibrio de la tierra.



PLETESÍA

Veo mi cuerpo en forma de silencio
y añado un pájaro que se alimenta
                de versos en forma de maíz.

Quiero señalar 
que en mi habitación
hay un puñado de palabras
que ahogan los libros 
desde las ocho de la mañana 
hasta las ocho de la mañana del día siguiente.
El aire que anida en mi habitación,
también anida en mis libros.

Quiero decirles que el mundo es un cuadrado,
que el mar va a los ríos,
que la luna es negra,
que el sol enfría la sangre,
que la poesía lo es todo menos ella.



ESTANTIGUA

Tenemos una muerte preciada
estancada en el almuerzo del medio día
como una canasta de flores
que perfuma las habitaciones míticas.

La objetividad de la vida
se ve en los manuscritos
de los pájaros invernaderos
que vuelan con el silencio de las piedras.

Estamos equivocados 
al hablar de la sombra verde del arte
en este sorbo de tiempo
que llueve más de 24 horas.

Las calles apuran las tardes
como tristes luciérnagas 
que buscan la sombra
en la oscuridad dada por el tiempo.

Las ciudades sienten la muerte
desde sus propios ángulos 
y encuentran el cielo
al final de cada calle. 


Poemas extraídos del libro: «Los cielos de acrílico, donde hay un anuncio de comida para gatos» (Grupo Editorial Hijos de la Lluvia - Juliaca 2020).


RODDY ARHUIRI QUILLA
(Puno, 1995)

Egresado del Programa de Lengua & Literatura de la Universidad Nacional del Altiplano. En 2017 fue partícipe en la publicación de Mi primera vez, siendo una de sus primeras publicaciones literarias. En 2018 obtuvo el premio Libro de Bronce en el género de poesía, otorgado por la Casa del Poeta, filial Juliaca. En el 2019 publicó Recreo de tiempo. Y en estos momentos está preparando un poemario experimental. 

Pintura: Louis Wain 

domingo, 5 de diciembre de 2021

Tanilo Huatta: «LO'KENA»



No amanece y ya compruebo
la tersura inapagable
de mis challwas

Cocino mi vida
y como bien
invito a mis vecinos
y como mejor

Me abrazo al árbol más viajero
y su rama más alta se me acerca sonriendo:

—¿Qué vas a hacer en esa balsa?

Le respondo que mi juego
consiste en acariciar cada nube
como si fuese un gato muy querido

El lago teje mis pies con sus espinas:

Lo'kena
fundo mi lo’kena
su madera es primera sombra
su diestra locura cocina las aguas
me adelanto en su fuego maternal

Lo'kena
fundo mi lo'kena 
jadeo mis cosechas 
abro surcos en la niebla 
me adelanto en su fuego paternal

La amistad del oleaje
me trae palabras viajeras 

palabras que clavan 
sus raíces 
en esta mañana
que envuelvo como regalo

navegan en mis labios 
y les digo que anoche 
mis ojos mal vestidos
fueron a dar al chullo 
que el fuego está tejiendo para mí 

y recuerdo haber pensado:

El fuego tiene la cara de un niño

Bandada de lagos
         enjambre de cielos
                 incendios anochecidos de las cumbres

Soy un mantel también
soy la mesa que ya está puesta
para el deleite carnívoro
de estas pobres nubes inocentes

Y no me digan que el amor 
aquí sale tarde a comer
porque yo lo pesco a veces
lo amenazo con la olla
y en ocasiones dejo que vuele 

Tengo la misma sed que el sol
con ella no envejece mi sangre

y cuando me llega de lejos la voz
canto 
me calzo el grito más bajo
y no sé por qué salgo a flote

Hay un deseo enorme en mis garras
y sé que ahora la noche
viene a dormir en mi lengua
 
me pongo a nadar
solo en la espalda 
de esa vieja noche

—Vamos, el muelle eres tú —me digo con amor

Se pone a remar la mañana

Mi pecho no cesa
mi balsa es un oráculo:

Sonámbulo de lago 
         sonámbulo de piedras
                         sonámbulo de semillas azules
               
Ahora sé muy bien 
que el sol dejó su narración a medias
por eso socorro los minutos lentos

Camino a gusto por mi balsa
mientras bebo el mate de los siglos
su sabor atrae a toda clase de nubes

Siento chapalear un nido de ellas

Cojo una y la abrazo y le hago cariños
le digo muy ciegamente:

Compra mis heridas
aquí las traje en vilo
son muñecas de agua
muñecas blancas
en mis muñecas de fuego

Y ella me dice
con voz de challwa:

Ahora lo sabes
sikuri de sienes pardas
el círculo está limpio

los ojos de las nubes 
hoy me llegan llovidos
leo en ellos
vacío su tristeza onírica

veo como 
matan un carnero 

ellas
se quejan conmigo
raspo su pátina de óxido  
peino sus cabellos
y dejo que vuelen sin ley
en la risa de la noche

Entonces
la boca del lago 
me sonríe con sus 
dientes de leche

Despierto
y veo como llegan
los ríos con sus ataditos

no quieren despedirse
tan rápidamente
de la tierra

La nube que duerme 
a mi lado 
no deja de canturrear:

La música es la rama más alta
La música es la rama más alta


Este poema fue leído en la III edición del Festival de Poesía Joven «Jauría de Palabras», desarrollado en Santa Cruz de la Sierra y Roboré (Bolivia) en octubre de este año.

sábado, 4 de diciembre de 2021

VALERIA SANDI: «Rincón de lluvia»





BÚSQUEDA

Cavar la distancia 
hacer sangrar las uñas
abrir la tierra
hasta dar con tus pies.

Mi memoria 
en coágulos
cobija
los terrenos 
de tu cuerpo.

En cada pestañeo 
me absorbes
    los sueños
implacables de tus ojos
retornan.

Sigo cavando 
la tierra no duerme.

Ya sin uñas.

Te sigo buscando
no hay derrota 
en las palabras 
cuando tu voz
    está dentro.



ARTE POÉTICA / PALABRAS

Llevo dentro 
una luciérnaga 
herida
      sobre las palabras
cómo sostener su luz
sin condenarla
al dolor.
Mi escritura
      busca zurcir la carne.
Mientras la aguja 
va cosiendo
los piquetes de la memoria.
Son mis ojos 
esperando tinta
como la lluvia 
      aguarda su arena.

Desde las entrañas 
       del lenguaje 
me va creciendo
la luz de luciérnaga.

Se prepara 
      éste cuerpo
es una selva erguida.
Queriendo 
hilar todo el fuego
de las palabras 
y hacer pasar 
sobre la sangre
toda la poesía.



ORACIÓN A LA LLUVIA

No importa
cuanta sal 
agregues al cielo
formando una cruz
y repitas
Agua 
vete de aquí.

No importa 
cuanto incienso
enciendas 
cerca de tu almohada 
sí desde tu centro 
el dolor
          cae en gotas.

Conozco 
los que exprimen
las toallas
repitiendo
Regresa
por donde viniste
Agua
no atormentes
más con tu presencia.

Hoy 
me niego 
a creer
en la oración
certera
en el ritual
secando lluvias
si las gotas 
viven sobre nosotros
nos marcaron
desde nuestra infancia.

Su atmósfera húmeda
nos habita la mirada.
La noche 
se completa 
con el torrente
de sus aguas.
Nadie 
debería 
escaparse 
de su reflejo
nadie
debería huir
de la lluvia
diluvio que agita nuestra vida
hace crecer 
nuevos frutos
salva hombres
con su seco dolor.

Deberíamos invertir
los rituales de la cruz
entregar 
nuestro daño
a sus aguas 
lavar nuestras heridas.

Esta vez 
invoco más lluvia
ya clavé mis cuchillos
   colgué las tijeras
tendí mi sombra
Arrojé
todas mis cenizas al cielo.


Estos poemas fueron extraídos del poemario: «Rincón de lluvia» de Valeria Sandi, en su segunda edición (ampliada), hecha por Literalia (Toluca - México) en junio del 2019. 


VALERIA SANDI

(Santa Cruz - Bolivia, 1991)

Productora, gestora cultural, escritora y abogada. Publicó los poemarios: «Ambidiestros» (2014), en co autoría. «La luna lleva sal» (Ediciones Jota, Potosí, 2016). Participó en el libro de poesía y cuento breve «El tiempo está después», (El Rumbo Ediciones, Uruguay, 2016). Su poemario «Rincón de lluvia», publicado por Andesgraund (Chile, 2018), fue reeditado por Literalia (México, 2019) y Chanchito Ediciones (Bolivia). Fue colaboradora en revistas de poesía y ensayos en su país y cuenta cuentos en unidades educativas, centros culturales y universidades. Dirige el ciclo de lecturas «Truque poético» y el Festival de poesía joven «Jauría de palabras». Ha recibido las distinciones de poeta joven, otorgado por el Centro Cultural San Isidro, en 2018; y por su aporte y dedicación constante a la cultura del país boliviano impartido por el Ministerio de Cultura y Turismo en 2019. Es miembro de la revista literaria «Galerías del alma» en México. 

Fotografía (1): Jack Redgate
Fotografía (2): Valeria Sandi y Leo Cáceres, en uno de los muelles de Puno: Noviembre del 2021.