martes, 15 de marzo de 2022

WILLNI DÁVALOS: «MIDORI»







Supaypa panpani
(Durante el primer minuto vacío de aspiración):


Borrado seas, Supay. Interior de lo que amo, refugio salvaje, enlodado y frío. Cuero, señal de matanza, colgado de las membranas de esta piedra que resbala sin monedas, Supay. Te llevaste el sencillo modo de vida de mis manos y ahora, ¿esperas que te alcance? Dejaste ajenos mis escritos e impresiones y te hiciste resplandor morado, fugaz, como el Sol que redescubre, en su libertad, la pululación de nuestra especie. No hay odio, no siento odio; solo la aberración de buscarte. 

Huiste por la alcantarilla, rata tuerta. Hurgaste la tierra para forrar tus manos magras. ¿O es que te he confundido con mi pasión esquizoide? Quién me tomó el pulso me subió al auto y el auto al mercado donde una bruta cerveza enfermó mi recuerdo: 

"Lo he perdido todo
menos el dolor de dientes
que no me deja pensar,
¡pensar en qué! ¡en quién!
¿Acaso no ven los buitres?
lleva siguiéndome cuatro días
mañana caigo mañana caigo...".


Mañana es hoy y hoy fui del tamaño de un clona. Mi voluntad ha de disolverse marcando unas sombras. Supay, si me has visto derrumbado en la calle fue por no encontrarte a mi lado. Sin que importara más el cielo me quedé a leer las nubes hasta sellar mis ojos con Sol.

Ya no sé andar mis viejos pasos de baile. Me quise liberar de las huellas dejadas en el lodo pero la danza me obligó a reconstruir la lluvia. Ya no sé bailar desde que quise tocar lo caliente de un cuerpo extraño y quemé mis manos. Ya no sé tocar los instrumentos como guadañas del encapuchado mentor del desenfreno. Me quedé hurgando en lo real de un ser femenino. Ya no sé silbar, la acera pide mi peso como premio por su constancia. 

Ni tampoco sé besar desde que partiste la manzana en cuatro y fuiste un satélite espía. No te besé cuando partiste. No te besé cuando te amé -es mi culpa- el pecado original es respirar -es sentarse sobre el placer y contemplar el cielo de cabeza hasta que el beso caiga de él con su sabor violeta, rugoso, y fragante- debo estar herido para no querer sublimar más mi vaho pero, sabes, no necesito besarte para saber que, como todos, valgo lo que trae mi bolsillo y eso no es El Sol, a lo mucho, un sucio y arrugado papel higiénico con ceniza. 


● Misil musical poderoso que no daña 
● MI DO SOL FA RE MI DO SOL FA RE NA CER ES IN ÚTIL 
● ¡Estás vivo! 
● ¿Estoy Vivo? ¿Señor Esplín? 
● Hace 14 minutos 




En cadena reactiva
(Luego del almuerzo, los ácidos gástricos
hacen su labor demasiado ruda)


Me ha denigrado una luna llena de perros y aunque leí todo lo posible sobre renacer no pude adivinar que habría que parirme a mí mismo en las salineras, tan lejos de casa, herido y con el viento ladrando impaciente. Pues leer no basta. Se tiene que asimilar y practicar ¡Pero esta bosta de orgullo! Cuento los soles. Se estrellan en mí como polillas a la lámpara. Abro los ojos solo para imitar al desierto, es algo indigno, lo admito. Otra decepción. Soy agua y, a menos que haya una razón médica para beber orina, leer no me basta. Tal como ayer, pensar en la noche me sacude. Como antes de ayer, retazos del tiempo me sacuden. Como antes de hoy, sin orden ni fidelidad, protegido por el llanto de una chalina ¡yo besando el pasto! ¡Yo bebiendo urea!  Diez y nueve soles y ninguna tienda. Sediento y sin solución ardiente. No, definitivamente no fue un robo. Fue un tropiezo.

Me rebelé contra el semáforo, contra la vara policial, contra mi padre: barbuda caricatura de fin de mes. Corrí al campus universitario de la Cultura pero no me dieron pase acusándome de indocumentado. Mi nombre era-- Di la vuelta, me vi con vida y me eché a correr. Mi dirección era-- Caliente y sudoroso, traicionado por el tiempo y estremecido por la necesidad humana corrí hasta expeler vapor. Recité: pájaro cerdo, frente a un público de emergencia, pasajero de los autos que giran al verme, o eso intenté corriendo, saboreando charcos, agitado por este nuevo río que, nacido de las alcantarillas, le había devuelto a la avenida su antigua grandeza. Gritando, sobre todo, con la desfachatez de un simio: ¡pájaro cerdo! ¡pájaro cerdo! Sabiendo que ellos no irían a atraparme. Disfrutando de su pavor a mojarse, realmente excitado por su pánico frío y la responsabilidad que tienen de ser dignos y de dar la mano sin empapar a nadie. Me llenaba de voz de regocijo: 

¡Qué secos
los pájaros cerdos!

                    su nombre era --                                             su dirección era --

Saphi en quechua significa raíz, sin embargo, en el río saphi solo hay deshechos. Nuestras raíces. Fui por el margen, vacío de números, con la ruta a mis pies y un par de alas calientes y vaporosas. En el asenso olvidé mi propósito. Tu nombre era- Ido. Tu dirección era- Perdido, abombado, sátiro, atroz. Veo una casa a medio construir. La entrada es la pared porque la puerta no existe. Voy. Perdido, abombado. Entro. Sátiro, atroz. Subo las escaleras de alambre. La vista desde aquí es un proyector color tierra. Mi casa, mi dirección, mi nombre: Ido. Perdido. Abombado. Una mujer greñuda y llena de niños me grita desde el primer piso. No entiendo lo que responde la señora cuando le pregunto quién es. Mi reloj disuelto. Mi muñeca libre de polvo pero la paja que me persigue condena mis ojos, arde y yo soy el carbón. Caigo, de nuevo. Como un noble ladrillo me estrello, partido, la nariz en sangre. Las gafas, añicos, colores que no digiero. Una película, es cierto, pero yo soy la cámara, el carbón y estoy roto. Los duendes se aprovechan. Me joden. Me perturban. Sus gritos y golpes los soporto, el llanto es consuelo. Uno de ellos coge un ramo, me piensa golpear. No lo detengo. Lo hace la virgen. Ella viene y ellos escapan. La virgen da a luz el Sol, la veo claramente, hermosa y alta, ¡tan niña! Me ha salvado, apiadada estuvo. El psicólogo, luego de dos meses dijo: "Usted vive de fantasías. El consumo inmoderado de alcohol y su voluptuosa imaginación son cómplices de su alucinosis". Pero su sello y firma nunca borrarán de mí la luz de la madre niña, de sus catorce años ofrendados al Caos, ni el miedo subsecuente, al verme solo, herido, sin dirección ni identidad. 


La pregunta existencial es: 
¿De qué se ríe el río?

El río se ríe triste
De mis lágrimas que lo llenan
De estos seres de barro o arcilla
Me parece que no se ríe, solo encanta
Lo que se mueve lejos,
A la esencia obscura



● ¿Otro beso antes de volver a la jungla? 
Te he hecho una señal morbosa cuando
bajaste la mirada a buscar tu celular 
● ¡QUE EL MUNDO SE ENTERE QUE ESTÁS VIVO
Y ERES PODEROSO, SEÑOR COMETA! 
● Ojalá la oliva pueda hacerte veloz en plena crisis 
● Misil musical poderoso que no daña 
● MI DO SOL FA RE MI DO SOL FA RE NA CER ES IN ÚTIL 
● ¡Estás vivo! 
● ¿Estoy Vivo? ¿Señor Esplín? 
● Hace 10 minutos 



Estos dos fragmentos fueron extraídos del poemario Midori de Willni Dávalos, editado por Gato Viejo en la ciudad de Lima en febrero de 2022.


WILLNI DÁVALOS
(Cusco - 1988)

Psicólogo y poeta. Ganador del "Premio Raguza de Ideas Jóvenes en 2006". Ganador del "Premio Regional de Cultura", en la categoría de Poesía en Español, en 2007, evento organizado por el ex INC (Macro Región Sur) hoy Ministerio de Cultura. Ha publicado Ceros y Cruces (2008) junto a Pardiez Editores. Antología Poética en Español 2007(INC-2007)con el poemario Porca Porno Pop. También publicó Astro degenerado en lumbre (2011), en el país de Guatemala con la editorial Catafixia. Erosión (2011), El Egófago(2013), Qosqonqoy (2014), Oh Yo! (2017), Zúriák (2018) y Midori (2022).


Pintura: Pablo Picasso, "Bebedor de absenta" (1902).
                                                                                                  

ROXANA CRISÓLOGO: «Kauneus»






A tu nombre le arrancaron los sueños
 
nació viciado 
lo olvido 
porque no me sabe a hierba 
no me sabe a nada 

Hubiera sido mejor llamarte Jennifer en lugar de Juana 
inventar letras suavizar sílabas 
darle un sonido extranjero porque hacerlo especial 
es hacerlo impronunciable 

Un nombre para que te respeten 
Un nombre cañón que te haga intocable 
Un nombre abeja que vaya directamente a los ojos 

Una cadenita de hierro protección 
Un arpón para atravesar escarcha 
Un nombre que te libere 
Un nombre que te d e s a t e 

Tu nombre es el bulto que varó el mar 

No hay idioma para tu nombre 
No hay héroe ni canción 
No hay calle 

Nada peor que llamarse 
Dolores 
               Olvido

tu nombre 
que ahora intento reconstruir usando los más sofisticados 
métodos para identificar cadáveres en la morgue de Lima 
no tiene traducción 

Hay barro en tu nombre
tunas madreselvas mangos 
la aromática ruta del café en tu nombre 

Un alcalde mafioso asegura que ahí es posible 
construir un aeropuerto fluvial para atraer turistas 

Tu nombre enterrado 
es la historia del Perú 
contada en 4 letras 
cortada en pedacitos 

No tiene traducción 
lo que se quema 
lo que se arrastra 
lo que se culpa 
queda al borde de la muerte en el hospital 

Hay que hacer una colecta nacional para sacarlo del coma 

Tú     nombre que todos quieren hacer su nombre
pero a nadie le importa de quién es el nombre 
querrán matarlo y no podrán matarlo 
Toneladas de fruta se pudrirán en tu nombre 

Tu nombre 
el campo de batalla 
incendiado como un bosque seco 
en retirada como un wamani a mitad de la noche 
brilla como las codiciadas minas de oro

aguas ácidas en el río 
mientras todos observamos el espectáculo aterrorizados 

El primer incendio 
la primera estafa 
el primer reparto ocurrió ahí 
la primera traición entre paisanos 

Sálvame a mí y que los otros se pudran 
antes solo las escogidas 
podían tener nombre 
(sin traducción) 

Tú nombre       no cadenitas de oro      no fantasía 
Tú vida es una fantasía 
Aguas ácidas 
con nombres como el tuyo no se puede tener ilusiones 




Un pan con palta que mi madre deja sobre la mesa 
es todo lo que ella puede hacer por mí 

Mi piel           mi cabello se mantendrán jóvenes 
mis ideas cristalinas y audaces 
mis palabras en su nivel de aceite 

Te agradezco por el pan con palta 
de cada día 
en el desayuno 

me enseñaste que la inspiración 
está en lo nutricio y terrenal




Los cables del corazón enredados a la noche 
Iluminada en los ojos que deambulan como ladrones como 
viudas 
como la soledad 
En cuatro patas sobre las piedras que adoro 
mi madre pone velitas a los muertos 
yo les pongo nombre 
El dinero y los dioses 
son de la textura del agua 
de la exactitud y la belleza 
Volatilidad 
risas que contenemos para no escupirle en la cara 
a la chica que friega la ropa en el comercial 
porque en el fondo están los noticieros hablándole a la noche 
a la nuca 
a mis espaldas 
y a nadie le importa qué dice la vela 
cómo desmanchar el aire 
Nadie ve que cada noche partimos 
con el conductor del bus de nuestra mente 
hasta que nos obligan a bajar de golpe 

Me llevo estas montañas con las cejas levantadas 
interrogantes 
el algodón del combustible         el butano 
la soledad 
Me voy a Lima a reencontrarme con mis paisanos       que también 
como yo están de paso y lo han visto todo




Los que llegaron a vender hongos 
saben que aquí el tiempo y la luz 
                                          son efímeros 
por eso se apuran en ofrecer sus mercancías      desenfundan 
                  afilan sus manos 
también yo debo apurarme antes de que la luz levante sus carpas 
y el horizonte se hunda en la profundidad de la iglesia de piedra 

No sé si el precio de los hongos es el más justo 
ni cuestiono la autenticidad de lo que los vietnamitas venden 
Me fijo en sus manos que utilizan como tijeras 
y de las que desprendo sílabas      sonoridades 
                      que medito 
antes de decidirme por un puñado de colores 
y la seguridad de la pequeña que repite lo que digo 
y con una mano se hace de un balde de hongos que parecen respirar 

Me han dicho que evite practicar mi mal finés con los 
vietnamitas 
se la pasan recogiendo hongos      en verano se apoderan de las 
fresas 
            ahora de la oscuridad 

Nadie entiende mi miedo a la falta de luz 
saberlo todo 
           entenderlo todo 
no me asegura que sabré distinguir lo venenoso de lo comestible

                Me conformo con el dulce acento de los vietnamitas 
que ofrecen un mejor precio si me animo a comprar toda la bolsa 
¿Qué si se congelan los hongos?      Por supuesto 
                            aquí todo se congela




Tengo que explicar el porqué de este viaje 
lo leo en los ojos que me indican 
dónde debo formarme y esperar 

Me he visto de tantas maneras que ya no sé de quién hablo 
Lo llamo el viaje a las raíces 
en otras circunstancias simplemente sería alguien 
que viaja 
clava un arcoíris sobre el horizonte 
se levanta las heridas que el maquillaje oculta 

una vez más me desdoblo en lo que mi boca repara 
me empolvo la cara de monosílabos 
pero hace falta algo más para persuadir 
al policía de inmigración 
Él solo quiere acabar con esto cuanto antes 
no es nada personal 
otros discuten de geopolítica 
a él solo le importa si tendré dónde dormir 
si haré tantos hijos que no alcanzará la tierra para cultivarlos y verlos crecer 

América Latina es un montón de gente       dice la poeta uruguaya 
en cambio yo vengo del laberinto 
También América es un montón de esas cosas sueltas 
como bosques y agua 
que se venderán o que ya no existen 
pero el cielo refleja en un gris indescriptible 
en mi rostro 

El policía de inmigración 
me hace hablar horas 
de las funciones curativas de ciertos 
destinos turísticos de mi país 
Lo llevo hacia atrás 
le digo recuerda que un día también tu padre salió a vender 
las estrellas o a robarlas 
desordenó el cielo     lo encementó para poblarlo 
                                             lo llenó de ventanitas 
Siempre termino contando la historia 
 del viaje en barco y a contracorriente sobre el Pacífico 
de la caminata sobre el hielo y lo que se descongela 
bajo los pies y la prisa para cruzar 
de mis otros abuelos 
inmigrantes en su propia patria 
la reforma agraria les dio tierras y una patria escrita 
que sus nietos abandonamos 
Cuento la historia de la desigualdad entre 
la tierra es para quien la trabaja 
y la cocina es para quien la atiende 

De los abuelos inmigrantes me quedan erosiones 
en la piel y una fotografía: mi padre descalzo y mi abuelo 
Me pongo los zapatos por ellos 
y como ellos viajo con lo que pude meter en una pequeña bolsa 
a donde voy carraspeo toso río soy el desierto 



Poemas extraídos del poemario Kauneus de Roxana Crisólogo Correa, editado por Intermezzo Tropical y que fue impreso en Lima en febrero del 2021.



ROXANA CRISÓLOGO CORREA
  (LIMA - PERÚ, 1966)

Poeta y gestora cultural. Reside en Helsinki (Finlandia). Fundó el proyecto literario multilingüe Sivuvalo, para promover la literatura escrita en otras lenguas que las oficiales en Finlandia. Además, es cofundafora y coordinadora de la plataforma Nordic Literatures in change and exchange, para la creación de redes para escritores que trabajan en sus lenguas maternas en la región nórdica. Es presidenta de Kiila (Asociación de Artistas de Izquierda de Finlandia) y miembro del colectivo multidisciplinario La Colectiva. Ha publicado en poesía Abajo sobre el cielo (1999), Animal del camino, Ludy D, Trenes (reeditado en 2019) y Eisbrecher. Obtuvo una beca de la Finnish Cultural Foundation para publicar el poemario Kauneus (La belleza) (2021). Su web personal es: www.roxanacrisologo.org.

Foto: RJ Prabu

 Presentación virtual del libro en Lee por gusto:

 

jueves, 10 de marzo de 2022

fuego ● fatuo

 



                                  la sombra del día es el espejo transeúnte de mi carne lámpara macabra que enluta mi otra orilla ● mi vientre sostiene todos los huesos del agua  no hay un solo instante que se aquiete en lo que me rodea ● sucede que todo se me cae de las cumbres tropiezo en los vestigios de lo que nunca ha acontecido mi ropaje de medianoche termina en el suelo inconexo de la mañana la borrachera musical dormita su eterna hoguera ● vagabundos besuquean sin piedad la piel seca de mi arroyo derramo hasta el silencio de saberme relámpago intoxicado desierto obnubilado en el velorio juguetón de la nada de pronto la piel de un pozo me halla viendo correr la gema de las rosas  echado en un corazón que se sabe sumamente inoportuno mi voz se abre a un falso cielo para engullir mi canción más potente cien mil lenguas de millones de años luz encienden esta nave tripulada por añejas perversiones ● los ojos de la cascadas de sogay se trepan al lomo de un burro de carga saco a relucir el emblema punzocortante de mi sonrisa (Me Entrecruzo) no, no, y no ¿Quién me reconoce? ¿Por qué me miran con esos ojos

 

 

  

 

                inmune levito viendo pasar el desfile anímico son aves inalcanzables a merced del hambre suicida  son patios esotéricos empedrados de muerte amena son astros tan raquíticos de ojos que acompañan la vejez de las flores olimpo nocturno de manos que se beben el amuleto sangriento del fuego y en ese levitar me detengo por primera vez a zarandear las viejas pilchas  las kantutas crujientes de la casa puneña  vomito toda la aversión de mis desmayos me masturbo con tanto dolor niño con tanta sequedad de ombligo  apago la vela en esta cama repleta de sueños ovillados  y no es que levite es que estoy borracho en la sonrisa enterrada de un graznido viendo el susurro de cada una de estas personas indistintamente relacionadas con mi futuro de asesino serial ● y naturalmente me reconocen y me acicalan para un baile oxidado tres campanadas de miel para que me quede quieto y no le haga daño al remanso inoportuno que ha florecido de repente  el mismo que ha traído mi penumbra al lugar donde brota el torrente invisible que iza las banderas de esta genealogía orate

 

 

 

  

                             solo caminando uno puede oír el himen de las distancias a punto de ser desvirgado solo en la calle uno puede trizarse en mitad de la escalera endeble del alcoholismo diurno sacudo la bruma infante del rostro levanto la mirada y compruebo el armamento maldito de las sombras de tanto caminar por las calles de arequipa tengo los dedos negros y la respiración del ahorcado caí de pie en la alcantarilla de mis huesos sin escuchar la combustión atenta del mundo trajiné el estallido del alba contemplando la prohibición de enterrar mi cadáver ● escuché la química de las dos de la mañana en una radio insintonizable (Cementerio de la Apacheta) busco desde siempre rechinando los dientes un silencio fiero que adormezca el griterío que llevo en los pulmones me quedé dormido entre mulas que comían la imagen de la luna a las aguas de un río muerto despierto y descubro que no tengo nada encima mucho menos los documentos que comprueben mi identidad soy la lozanía el que juega con la peste soy el año dos mil catorce soy un híbrido de presencias profanadas soy la autoestima de la locura una medallón de viento un aullido esquilmado y con mis latidos han hecho un revólver para el duelo vespertino de dos mundos irrecuperables (Lenguaje de Sombras

 

 

 

 

                                si tengo sed por qué no he de abrirme las venas en flor y beber de mi sangre como si se tratase del vaivén del primer río si tengo hambre por qué no he de comerme mi propia carne como si se tratase de un pan en el ombligo del desierto gateando por la oscuridad suprema me rompí las piernas y dejé que un amigo descubriera la salida nunca sabré si lo hizo o si también se transfiguró en oscuro vuelo un labradío de tumbas se abastece con lluvias de otros siglos cuando la salamandra era cántico de ojos elípticos (Huajsapata) cuando el cerebro era un ave carroñera sobrevolando un mundo de aromas enterrados  arrastro conmigo la condena de saberme embrión del amanecer horizonte de mi cuerpo astrolabio de mi dolor irrigación de nubes muertas planeta de plumas horrendas salgo volando como el agua de los filósofos como un grito dormido que ha sucumbido al autocanibalismo para decantarse

 

 


                                                        me pesa la armonizarma sombras de árboles borrachos me descifran los gestos umbilicales del colapso ahora es la muñeca izquierda la que me reclama atención de amante la que salta sobre el piano hermoso de mi vida ● desvistiendo los ruidos de un viejo laberinto surge enfundada en un vestido agreste tarareando un orgasmo con los dientes enloquecedores del crepúsculo y aquel golpe le arrebata la coloración eterna con la premura de sus manos ciegas y la deja en el suelo con el báculo romántico de sus ojos curativos desando la partitura de mi satori puneño la piel cobarde de esa muerte le prende fuego a mi cabellera cancharani y el amanecer es una costra extraña en mi frente antes era el pulgar derecho ahora es la muñeca izquierda la que identifica el calor de lo inerte la que mide el pulso gangrenado del equilibrio a mí que ando cayéndome cada vez que veo pasar la piel fresca del silencio cada vez que un astro se vuelve loco en su floresta cada vez que un gato entierra su delirio en la noche de un recién nacido ● cada vez que me fotografío póstumamente con la boca este eco asiste a la proyección de todas las órbitas absurdas de mi corazón boquiabierto por todo lo que veo cierro los ojos para estar aquí








Estos poemas (con algunas correcciones) fueron publicados en la muestra de poesía: «Diez poetas de un solo caño», editada en Puno en el 2014 por Cuervo Editores.