lunes, 6 de julio de 2020

FILONILO CATALINA: «El monstruo de los cerros»



Todo El Callao amaneció aterrado al hallarse la última de las víctimas del «Monstruo de los cerros», en el cerro «La Regla», ubicado en el barrio «Ciudad de papel». Al parecer se trataría de una mujer trigueña de aproximadamente 19 años, que fue encontrada por un reciclador que se negó a dar su nombre. La víctima fue hallada al igual que las nueve anteriores víctimas (desnuda, de cara al suelo, con la cabeza apuntando hacia la salida del sol y con las manos atadas). Lo sorprendente es que a diferencia de las anteriores víctimas, está vez se encontró un mensaje escrito alrededor del cuerpo, sobre la tierra, y según los especialistas lo habría escrito con sus propias manos el asesino. A continuación reproducimos sus palabras: «Todos nacemos con un vacío que en el transcurrir de nuestras vidas nos empeñamos en agrandarlo lo suficiente, como para que pueda ser llenado, cómodamente, por la muerte».

«El Comercio», 08 de abril de 1999





AUTORRETRATO 


Yo también
fui un señor de lentes
que por las tardes
—siempre después del maldito tráfico—
regresaba con hambre a casa
perdido
caminando entre señales de tránsito
con el semáforo
indicándonos el tiempo reglamentario de nostalgia
y la vida acusándonos con esa inmensa fila de autos

aprendiendo a ser noche
recogiendo las estrellas 
que resbalaban por nuestro rostro
echándonos la vida y la familia en la billetera
con una casa que los domingos olía 
a pescado frito
cebiche fresco
y
cebada fermentada

estudiando
la mejor manera de robar las manecillas al tiempo
echando espuma
echando baba

llorando...
incluso por otras penas
esperando luz verde
deseando
—más aún cuando anduve borracho—
la muerte y la mujer ajena

columpiándome
en las piernas de una mujer que gime 
y dice que me ama

yo también
—como cualquiera—
di
un tierno beso a la frente de mi madre
un sábado por la noche
antes de salir a esa juerga interminable.





NOTICIA DE PERÍODICO AMARILLO


Se sabe que antes de matarlas
danza con un poco de tierra en la cabeza
y llora mientras las mata
recita una extraña plegaria
(mezcla de Sánscrito y vulgar Arameo)
—se presume que sea poeta—

después
acaricia paternalmente sus cabezas
y concluye el asesinato
con un beso en el dorso de cada mano.





NOTICIA DE ÚLTIMO MINUTO


Confirmado
la sucesión de asesinatos
sólo fue
la mascareta
de un poemario dominguero
que
se publicará
póstumo al suicidio 
de un sábado desilusionado.



LAMENTO II

Cada vez que amanece
despierto con un extraño remordimiento
y otra vez le hablo a mi zapato 
tratando de escribir algo
marcando
cualquier fecha en el calendario
... escapando

no le alcanza a mis ojos 
el sol que nos despierta cada mañana
y
cuando oscurece
le juego a la noche mis huesos mis carnes 
y todo cuanto traigo

a veces escribo un poema
y lo envuelvo en una flor
entonces siento vergüenza 
porque veo agrandarse mis ojos

sabía
que la mujer crece 
cuando esta desnuda

ahora sé que el hombre crece 
cuando está solo 
y se hace terriblemente pesado

llegué vivo
una mañana de verano
y
lloré
lloré como sólo lloramos nosotros
porque me encontré
durmiendo
intacto 
y
divinamente bello.




DESPEDIDA Y ARREPENTIMIENTO


Me voy desdentado hasta en los pies
los ojos de nadie son ya mi refugio
y yo
no soy refugio de nadie

me voy y las noches 
ya no me sorprenden
ni siquiera
las señaladas para las fiestas 
con su maquillaje de mujerzuela

me voy
pero dejo a mi madre
ella
como siempre
rezará apretando en sus manitas 
lo poco que queda de mí

también dejo mis ojos
más negros y más grandes que la caída de Lucifer
caminaré tras el dulce signo de la muerte
(esa mujer que alarga su brazo
y se posa
lentamente en nuestras frentes 
como el dulce beso que ofrece al hijo la madre)
caminaré pasos que jamás me revelaron
dios
ya nada me queda 
y quizá por eso te recuerdo

temo llorar
porque quizá llore lechuzas 
que no adivinen la muerte de nadie

me voy
y tal vez sólo me lloren
los ojos de mi madre.


Estos poemas forman parte del libro «El monstruo de los cerros», impreso por vez primera el año 2000 por la editorial «Tríangulo», en Arequipa - Perú.

FILONILO CATALINA
(Coaza - Puno 1974)

Poeta y gestor cultural. Estudió Literatura y Linguística en la Universidad San Agustín de Arequipa. Obtuvo el Premio Copé de poesía peruana en el 2005. Ha publicado los libros: «El monstruo de los cerros» (2000), «La canción de la cucaracha» (2003), «Poesía» (2006), «Pájaros al viento» (Khala Editores, 2010), «Estigmas» (Cascahuesos Editores, 2011), «Arquitectura de pájaros» (Cascahuesos Editores, 2013), «Primer accidente universal» (Rupestre Ediciones, 2015), «Pop esía» (Rupestre Ediciones, 2015), «Movimiento Perpetuo» (Rupestre Ediciones, 2017). Ha obtenido los primeros lugares en el I y II Concurso Literario de Cuento, Poesía y Ensayo Breve, organizado por el semanario «El Búho» en 2007 (cuento) y 2008 (poesía). Ha obtenido el primer lugar en el Premio Internacional de Poesía «El país de Ofelia», realizado en las Islas Canarias - España, en el 2016. 

Foto: Yoni Lerner. Gente agolpándose delante de un puesto de periódicos en las calles de Lima en busca de los titulares, el monstruo podría ser cualquiera de ellos. 

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