miércoles, 26 de agosto de 2020

YENI MAMANI: «La muerte es un extraño vocabulario»





POEMA XIX 

“La muerte estaba en ella, 
y ella lo sabía y ya la acataba” 

Simone de Beauvoir 



¿Qué es la muerte?

Es el pacto concretado con la parca, 
la escena perfecta por fin ejecutada,
es la crisis de cuerpos pendientes de alguna siniestra toma,
es la canción infinita que los caminantes han dejado de seguir, 
son los latidos cortos de una mariposa sin capullo. 

¿Qué es la muerte?

La muerte es jugar a ser buenos, 
con nuestras almas mutiladas,
es la sensación que se desprende del cuerpo al vacío.

Pero, ¿qué es la muerte hoy? 

Hoy la muerte es escuchar 
el aullido de los perros en los páramos bajos,
es volver la mirada a un pasado ausente
es reír las melodías de carnavales desechos, 
de sentir el cuerpo de gitanos en la esquina de una calle moribunda.
 
Es quitarse los reposos aislados 
para llevar la miseria en el estómago, 
es la figura coqueta de la parca 
danzando con nuestra última morada 
en cualquier jirón del cementerio.

¿Qué es la muerte?

Son los suicidios desdichados de dios sin gloria 
en una moraleja no aprendida.
La muerte hoy 
es oír el ulular de los diarios 
que no remiendan las extremidades de un retazo, 
la muerte es un extraño vocabulario que ha olvidado el vivir.



POEMA XXV

Somos como las tropas de un reparto teatral, 
simulando un ensayo infernal de primaveras sin retorno. 
Nos hemos fumado la última melancolía 
en un vaso de desesperación. 
Hoy pueden no ser reales los martes que nos hacen delirar 
porque nuestros conjuros no son más que 
vulgares símbolos matemáticos o religiosos 
buscando que puedan adoptar 
los desiertos de nuestras confesiones.

Hoy no es ese martes en el que el purgatorio se disfraza de fiesta, 
hoy es un martes de reposo cabalgando 
en el rechinar de las campanas 
siendo infieles a los principios evangélicos 
haciéndonos demonios ante los castigos cristianos 
y nos habremos condenado en la debilidad de la carne.



25 INTENTOS

«A veces el destino se parece 
a una pequeña tempestad de arena 
que cambia de dirección sin cesar»

Haruki Murakami 


Es cierto, que todos los días son mis eternos infiernos, 
porque no hay agostos que reinventen mis últimas guerras ganadas.
Críticamente padezco este cuerpo ya hace 25 años.

Hoy son 25 intentos frustrados de olvidar teorías, 
de entablar conexiones con la poesía, 
para que mi verbo sea útil al mencionar el abecedario de tu nombre, 
es cierto que los girasoles solo son desiertos 
quizá más extensos que el Sahara, 
o como cualquier extraño país 
al que deseo llegar cual Alicia busca su mundo de cabeza, 
o simplemente una promesa de la extraña consecuencia 
que dejaste al marcharte, pero es cierto 
te has marchado cual hombrecillo 
orgulloso de ser un extraño clavel entre las espinas. 

Es cierto que a mis 25 años me he evaporado cuanto he podido 
lamentando la muerte de primaveras 
o intentado soñar nuevamente 
mis estúpidas conversaciones con la muerte, 
velando mis huesos 
en cualquier símbolo nocturno entre el día y la noche. 

Hoy son 25 intentos frustrados 
de un cuerpo moribundo, 
que le llora a los muertos, 
a los perros que anuncian la muerte.


YENI MARISOL MAMANI MACHACA 
(Huancané, 1992) 

Estudió Lengua y Literatura en la Universidad Nacional del Altiplano. Actualmente se desempeña como docente y forma parte del Colectivo de poesía «Orbituario-Puno». Parcialmente vive para no cumplir su pacto con la parca.

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