martes, 17 de enero de 2023

PACHA J. WILLKA: «La eclosión de Quaternario»


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Una suma hecha al vuelo y con cargo de posterior inventario, referida a la plástica puneña, asumida, realizada y expuesta desde hace unos buenos sesenta años, nos ofrece ALBERTO CÁCERES GÓMEZ, natural de Khochamarca, otro nombre de Totoria, la ciudad del Lago. Joven poeta, nervioso, circulante del quehacer cultural lacustre, promete producir más. El encuentro con su escritura y el entramado de la misma, invitan solaz y retrospección. 

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    En el mundo contemporáneo la dominación que ejercen los grupos de poder de los países desarrollados, mantiene a los países pobres, en estado de postración. En el Perú actual conviven varios tipos de producción, relacionados, a su vez, de varias maneras, conformando una sociedad desestructurada e incapaz de resolver sus problemas acuciantes. Como nación en formación, nuestra conciencia colectiva es tan fraccionada como nuestra identidad. 

    El departamento de Puno, vapuleado, saqueado y echado a la recocina del Perú, tiene una población siempre a la defensiva; siempre inventado formas de lucha por la vida, por la subsistencia. En medio de la multinacionalidad (quechua-aymara-occidental) hubo, hay y habrá puneños que intenten escapar al modus vivendi impuesto por los dominantes; una de las facultades que nos ayuda a hacerlo es el poder de la imaginación, ligado a la creatividad en nuestros actos. Es por eso que José Tamayo Herrera, en uno de sus libros más recientes, que todo puneño debiera leer y revisar, expresa: "la mentalidad de la intelligentsia puneña, tiene como uno de sus rasgos más claros, el autodidactismo, que descansa sobre la base de un esfuerzo extraordinario por suplir las deficiencias a través de la lectura, autoformación y la intuición personal, para lograr un bagaje metodológico por nadie inculcado". 

    Es la autodidaxia la que propició en Puno no solo la aparición, el desarrollo y los logros de personalidades, sino también de organizaciones de corte singular, entre ellas es posible destacar, en lo que va de siglo, a organizaciones periodísticas. "El Siglo", "La voz del obrero", "Boletín Titikaka" e infinidad de publicaciones. Organizaciones políticas y sociales ("Federación de Campesinos de Puno" -1923-, "Sociedad Fraternal de Artesanos"). Insurgencias libertarias (Manuel Z. Camacho, Rumi Maki y otras). Organizaciones para la saludo ("Rijcharismo"), Organizaciones artísticas e intelectuales ("Estudiantina Duncker", "Grupo Orkopata", "Círculo Pictórico Laykakota", "Unión Puno", "Lira Puno", Centro Musical Theodoro Valcárcel", "Instituto Americano de Arte", "Sociedad Intelectual Chasqui", "Agrupación Puno Arte Folklórico y Teatro", "Conjunto Orquestal Puno", "Promoción Intelectual Carlos Oquendo de Amat", "Federación Folklórico Departamental", etc.).

    Cuando se profundice la historia regional se ampliará la escasa información que tenemos de la actividad pictórica del pasado siglo. En abril de 1922 se realizó, conmemorando el centenario de la creación política del departamento de Puno, una exposición pictórica a cargo de tres jóvenes artistas: Agustín Tovar, Jesús Alemán y Carlos Rubina. Cinco meses después en el salón de actos de la Sociedad Fraternal de Artesanos, Enrique Masías Portugal, con 23 años de vida, natural de Puno, expuso 40 trabajos, marcando lineamientos generales de lo que según él debería ser la pintura en Puno. 

    De esta muestra escribió el joven crítico Arturo Peralta (Gamaliel Churata) y quizá en contraposición al íntimo deseo pictórico de Masías de hacer pintura puneña: "Es amigo de calles ruinosas. Su pintura tiene un sentimiento arequipeño: es neurótica, abigarrada, el color produce vértigo". Tiempo después se realizaron dos muestras más: Antonio Rodríguez del Valle y José Luis Yukimura fueron los expositores. 

    Cuando el 18 de marzo de 1933, a iniciativa del abogado Amadeo Landaeta Basadre y de Manuel Morales Cuentas y otros jóvenes entusiastas, se fundó el "Círculo Pictórico Laykakota", la renovación propiciada por José Sabogal en Lima, llega a Puno con fuerza inusitada. Nadie hubiera imaginado que los "Brujos del Lago" llegarían a exponer sus trabajos en varias ciudades peruanas e incursionarían en el exterior, en el "V Salón de Verano" (realizado en Viña del Mar, Chile, del 20 de enero al 15 de marzo de 1937), en La Paz, Bolivia, y hasta en París, Francia. Es con esta organización que recién se sientan algunas bases para plasmar en los lienzos una "Pintura Puneña".

    Durante la década del treinta, siempre señalados por el autodidactismo, los laykakotas exploran la forma, el color, el tema y las técnicas, logrando expresar,  con intención terrígena, el paisaje, el hombre y la vida de su pueblo. En medio de las limitaciones para conseguir materiales, también hubo creatividad cuando utilizaron el chokorosi (tierra de color) y la chilliwa (paja) teñida y entretejida. Conviene destacar que varios de ellos también eran músicos: Carlos Rubina Burgos, Florentino Sosa, Genaro Escobar, etc.; asimismo, estaba un fotógrafo: Joaquín Chávez. Por último, hacemos mención a su modalidad de trabajo,  parecida a la de los impresionistas finiseculares, salían de las afueras del pueblo para plasmar sus telas en íntimo contacto con la naturaleza. 

    Mientras se disolvía el C.P.L., el 24 de abril de 1941, a iniciativa de Roberto Latorre Medina, se funda el Instituto Americano de Arte de Puno, imprimiendo una mayor cobertura de actividades culturales. Por esos años va destacándose en la acuarela Francisco Montoya Riquelme, en tanto que un joven nacido en Lampa, viaja a Buenos Aires y estudia Artes Plásticas en la mejor escuela de Argentina, viajando luego a Europa para aprender in situ de los grandes maestros de la pintura universal en El Prado y el Louvre: es Víctor Humareda, hoy convertido en una leyenda viva y radicado en Lima. Pero volvamos. Hacia 1945, el I.A.A. abre una especie de academia nocturna de dibujo y pintura, y bajo la dirección de Francisco Montoya y el apoyo de Fernando Manrique y Simón Valencia Melgar, pintor este que introduce el surrealismo en Puno, digno de un estudio aparte. Poco dura esta iniciativa que, al retomarse mediante un pedido al Gobierno, por el roce social mismo del I.A.A., se logra la resolución suprema que crea la Escuela de Bellas Artes de Puno, la misma que es encomendada al Instituto por la cartera de Educación.

    Transcurren los años y va destacándose un artista yunguneño, Juan de la Cruz Machicado, primero lo hace en el Cusco, y luego en otros lugares. Ejerce la docencia y gana varios premios de gran categoría (Premio Nacional de Pintura, Trujillo 1945). En él se nota un deseo de llevar algunos postulados indigenistas a un extremo de síntesis de filiación camino-brentista. Hoy goza de renombre internacional.

    En Puno, un efecto de reacción estanca y mediatiza la producción pictórica. Hacia 1978, un ayavireño, que había transitado por pueblos y ciudades, expone en Puno gran número de trabajos, destacándose sus caricaturas. Es Moshó (Aurelio Medina Pacheco), quien rápidamente se integra a organizaciones culturales e ilustra revistas de todo tipo, desarrollando una buena labor de promoción cultural. 

    Ese mismo año se abre en Puno la primera Galería de Arte particular, a iniciativa de Abdul Ángel Loza, Wilbert Maydana y otros jóvenes; funciona cierto tiempo sin éxito económico, pero despertando gran interés, porque se advierte ya una intención de trabajo grupal. Luchando siempre con con el problema del local y auspicio para catálogos, hacia 1981, se dan relaciones más a menudo entre artistas, siempre con el objetivo de "hacer una colectiva". A mediados del año 82 nace muerta una exposición denominada "Expo 3000" (31 trabajos de 5 artistas).

    Por fin, luego de un arduo trabajo de casi 4 meses de conversaciones, convencimientos y compromisos, se realiza en la casa de la Cultura de la UNTA la "Muestra Colectiva de Pintura Contemporánea". Este hecho trascendental es la masa ígnea que al enfriarse en días siguientes, cabalísticamente 50 años, y 5 días después de fundado el C.P. Laykakota, encuentra un nombre: GRUPO QUATERNARIO, Artistas Puneños Contemporáneos.

    Es un paso sumamente importante. Inmediatamente se elige la directiva, la misma que luego de juramentar, comanda el primer ataque: el 23 de abril, en un hecho único en la historia puneña, "tomamos por asalto" el Pasaje Grau y lo declaramos Pasaje del Arte. Es día de fiesta, de alegría desbordante. Caballetes, cuadros, afiches, cambian la ófrica fisonomía del sucio lugar. Moshó perifonea sin cesar. Unos reparten "kancha"; otros, breves tragos. Más allá, la única autoridad presente, el Alcalde J. Ardiles, conversa con el notario M. Pino, mientras se alternan en la ejecución de piezas musicales los conjuntos de zampoñistas Hujmaya y Sicuris 27 de junio, en medio de la nutrida multitud que no salía del asombro. 

    Debido al continuo deterioro de los cuadros, por lo precario del lugar y el embate del clima, perseguidos por el triunfo popular obtenido en la Exposición de Pintura en Miniatura, realizada en la Feria de Alasitas, el 11 de junio se lleva a cabo la Marcha de los 100 soles, como parte de la Campaña Pro-Remodelación del Paseo del Arte. Más de 1000 trabajos son expuestos a lo largo de la calle Lima, acontecimiento histórico sin precedentes. Sin embargo, el descomunal esfuerzo no fue recompensado, la suma recaudad fue mínima, pues no llegó ni a 70 000 soles (cabe destacar el apoyo del Cine Club Puno). El Concejo Provincial, mediante la Resolución N.º 119, cambia la denominación del Pasaje Grau por Paseo del Arte, pero es incapaz, por falta de financiamiento, de remozarlo.

    Posteriormente se sale a provincias, a Juli en su aniversario, y a Juliaca en forma de Embajada Cultural (se da un ciclo de conferencias y se expone pintura). Asimismo, en el Concurso organizado por el Colegio de Ingenieros del Perú - Filial Puno, a nivel nacional, para el afiche Forum Puno año 2000, gana Martín Gómez Ari, miembro fundador del grupo. Se emiten programas radiales. Se participa en el Concurso de Pintura organizado por la Guardia Civil, resultando en los tres primeros lugares, con premios pecuniarios, integrantes del grupo. Igualmente, se participa como ponentes y panelistas en el Seminario sobre Educación Cultura y Salud, preparatorio del Forum Puno año 2000, y muchas actividades más, como "Exposiciones espontáneas" en calles y parques de Puno. 

    Para coronar esta eclosión, con meses de anticipación se convoca y organiza el "I Salón Anual de Arte", dedicado al único sobreviviente del C.P. Laykakota, don Florentino Sosa. El hall del Cine Municipal, especialmente adecuado, se viste de gala con la presencia de más de 25 artistas a nivel nacional, y alrededor de 50 trabajos. Se incorporan al grupo varios artistas. Un río perpetuo de gente desfila ante las obras, una vez más el arte se conecta con el pueblo. La contemporaneidad pictórica se ha consolidado, es hora de salir del departamento. La Paz, Cochabamba, Cusco, Arequipa, Tacna y … ¡el jirón de la Unión!


*El presente artículo fue publicado en la revista puneña Hojas Escritas, en abril de 1984, en su primer número.

Pintura: Florentino Sosa, "Pago a la Pachamama"


PACHA J. WILLKA

(Puno, 20/08/1957 - San Sebastián, 24/09/2021)

Alberto Cáceres Gómez. Escritor y artista. Licenciado en Educación por la UNA. Regidor de la Municipalidad Provincial de Puno (1984 - 1986) y Director Regional de Cultura de la Región «José Carlos Mariategui». Jefe de redacción de «Los Andes». Productor de radio y TV. Editor de libros y revistas. Gerente de Collas Creadores. Integró la APAFIT y la ANEA-Puno. Ganó el Primer Premio Departamental de Poesía convocado por el Instituto de Cultura Andina, dirigido por Ernesto More y Augusto Ramos Zambrano. Fundó el grupo artístico «Quaternario» y la agrupación teatral «Yatiri». Presidió la Casa del Poeta (Puno). Con Boris Espezúa condujo el Taller de Poesía «Oquendo de Amat». Ha publicado en poesía: «Invenciones» (1988), «Luz de lluvia» (1999) y «Wayrita» (2004). Y en narrativa: «La máquina de gobernar» (2007) y «La tarea del cóndor» (2018). 

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