sábado, 26 de enero de 2013

EL ORFISMO



Eurípides pone en boca de un sacerdote órfico la siguiente significativa confesión:

Señor del confin Tiriano de Europa
hijo de Zeus, quien postras a tus pies
cien ciudadelas de Creta
Te busco desde este lugar oscuro.

Cubierto por la Viga dispuesta y labrada
por el acero de Chalib y la sangre del toro salvaje
juntados por la intachable madera de cipreses
solidificados. En una corriente pura

han transcurrido mis días. Soy el ciervo,
iniciado del Júpiter de Ida
donde mora Zagreus de medianoche. Allí estoy,
he soportados ese grito del trueno.

Cumplí sus fiestas rojas, sangrientas,
sostuve la llama de la montaña de la Gran Madre,
estoy liberado, se me llama un Baco, 
son los sacerdotes cubiertos de cotas de mallas quienes me llaman así.

Vestido de blanco puro, me mantuve limpio
del vil nacimiento del hombre, y del barro del ataúd.
Y siempre desterré de mis labios
toda carne muerta que antes fuera de ser viviente.

(Traducción de Gilbert Murray)

El culto a Dionisio, en su forma original, era salvaje y en muchos aspectos repulsivo. No fue de esta forma como influyó en los filósofos, sino en la forma espiritualizada atribuida a Orfeo, que era asceta, y sustituía la embriaguez física por la mental.

El culto a Dionisio, en su forma original, era salvaje y en muchos aspectos repulsivo. No fué en esta forma como influyó en los filósofos sino en la forma espiritualizada atribuida a Orfeo, que era asceta, y sustituía la embriaguez física por la embriaguez mental.

Orfeo es una figura oscura, pero interesante. Algunos creen que era un personaje real, otros que era un Dios o un héroe. Según la tradición vino de Tracia, como Dionisio, pero es más probable que viniera de Creta. Es cierto que muchas de las doctrinas de Orfeo tienen elementos egipcios y fue por Creta como Egipto influyó en Grecia. Se dice que Orfeo fue un reformador al que desgarraron las ménades de Dionisio frenéticas, alcohólicas, instigadas por al ortodoxia dionisiaca.

Como quiera que fuera la doctrina de Orfeo, si es que existió, la que se conoce bien es la de los órficos. Creían en la transmigración de las almas; enseñaban que el alma puede tener en el otro mundo un goce eterno, o sufrir el tormento eterno o temporal, según la manera de vivir en la Tierra. Aspiraban a hacerse puros por ceremonias de purificación, evitando cierto tipo de contaminación. Los más ortodoxos se abstenían de comer alimento animal excepto en ocasiones rituales.

Los órficos eran una secta de ascetas; para ellos el vino era solo un símbolo, como más tarde en el sacramento cristiano. La embriaguez que buscaron era la del "entusiasmo", unión con el Dios. Así lograrían el saber místico que por sí solos no lograrían. El orfísmo entró en la filosofía por medio de Pitágoras, que reformó el orfismo como el orfismo reformó la religión dionisiaca. Ciertos elementos dionisiacos sobrevivieron allí donde triunfó el orfismo, como el feminismo o el respeto a la emoción violenta. La tragedia griega nació de los ritos de Dionisios. Beloch: "pero el pueblo griego estaba demasiado lleno de vigor para que fuera aceptada la doctrina órfica, que niega este mundo y traslada este mundo mucho más allá. (...) Tenía que pasar un milenio hasta que estas ideas -en una forma teológica muy distinta- triunfasen en el mundo griego".

Burnet sigue diciendo que existe una sombrosa analogía entre las creencias órficas y las que predominan en la India aproximadamente en la misma época, aunque afirma que no pudo haber contacto alguno.

Algunas tablillas órficas se han encontrado en las tumbas, dando instrucciones al alma del muerto, cómo hallar el camino al otro mundo y lo que debía decir para ser digno de salvación. Están rotas e incompletas; la más conservada (la de Petelia) dice:

A la izquierda de la casa del Hades encontrarás un manantial;
a su lado está un blanco ciprés.
No te acerques a este pozo-manantial.
Sino hallarás otra fuente junto al Lago de la Memoria.
Aguas frías manan de él, y hay guradianes delante.
Di «Soy hijo de la tierra y del cielo estrellado,
pero mi raza es del cielo (únicamente). Lo sabéis.
Y ¡ay!, sufro sed, y sucumbo. Dadme rápidamente
el agua fría que mana del Lago de la Memoria.»
Y ellos mismos te darán de beber del sagrado manantial,
y después, entre los otros héroes tendrás tu dominio...

En Eleusis, donde los misterios del mismo nombre formaron la parte más sagrada del la religión ateniense, se cantaba el siguiente himno:

Alzando tu copa de vino
en tu revelación enloquecedora
al florido valle de Eleusis
llegas tú. ¡Salve a ti, Baco, Pan!

y un canto de las ménades:

¿Volverán alguna vez
la danzas largas, largas?
En la oscuridad hasta que palidezcan las estrellas,
¿sentiré el rocío en mi garganta, y la corriente
del viento en mi cabello? ¿Lucirán nuestros blancos pies
en los oscuros espacios?
¡Oh!, los veloces pies del fauno corren al bosque,
solos, en la hierba y la belleza;
el salto del perseguido, ya no en terror,
más allá de los lazos y de la trampa mortal.
Sin embargo en la lejanía suena una voz,
una voz, y un temor, y el correr de la jauría.
¡Oh!, el salvaje vivir, la fuga silvestre,
adelante por ríos y cañadas.
¿Es alegría o terror, lo que a ti veloz, impulsa la tempestad?
Hacia los campos solitarios queridos, no perturbados por los dos
hombres, donde no suenan voces, y entre el verde sombrío,
viven ignoradas las cosas pequeñas de los bosques.

Bertrand Russell.
Historia de la Filosofía.


Camille Corot "Las ninfas"

2 comentarios:

  1. El tema órfico se pierde en la noche del tiempo. Su religión los ritos legendarios que debieron practicar esta gente... bueno, en realidad no es algo muy alejado del cristianismo aunque con una simbología algo distinta... Lo único que sabemos es que el asunto dispara la imaginación, miles de años más tarde.

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  2. Lo interesante es comprobar es que las raíces esenciales de lo dionisíaco no se han perdido, encontramos camufladas, bajo la serenidad del orfismo los primitivos rituales de la vegetación y la fertilidad, el delirio frenético, la disolución del "yo" en el todo, en el "nosotros", ese "tomar por la fuerza el reino de Dios", incluso hoy se puede pensar que eso tiene una vigencia que se está haciendo más fuerte con el retroceso paulatino de los monoteísmos.

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