domingo, 11 de mayo de 2014

dos poemas: Katherine Medina Rondón





Yo de Katherine no sé mucho, solo lo que la intuición me dicta; con eso en realidad ya tengo bastante, al menos para mi manera actual de ver y comprobar el mundo. Intuyo, por ejemplo, que cuando escucha una canción y se detiene en sus primaveras, lo hace torciendo el gesto acicularmente, en distintas dimensiones y se va compactando tenuemente en las ausencias paralelas; que pone en marcha el kinetoscopio de sus anhelos cuando ve pasar un beso por la calle o un agolpamiento de rosas a través de una alambrada; que en su fuero interno ella misma es su peor enemigo; que tenemos las mismas debilidades marchitas y las sabemos camuflar por el modo en el que respiramos. A continuación dos poemas inéditos suyos:


EN-Sueño
A Diego de la Cruz


Marchábamos por callejones sombríos
presumí que tu deber era
guiar mi senda hasta llegar a casa.

Emergimos hacia esferas extrañas
y el alba se dejó devorar por nubes terrosas.

Encontramos un paradero
las luces tiritaban
y un gato paso por mi costado
                                             colisioné
me sostuviste
y un beso alcanzo mis labios
pronto todo se hizo confuso
aparecí en una selva monocromática
donde reinaban libélulas gigantes y pájaros hormiga
entonces
desperté        e x a l t a d a
con la gélida impresión de tu aliento.

02-Abril-2014


Poema Pop

He amontonado tu nombre
pero esta terrible maldición
de no poder escribir poemas de amor
estrujar el papel, expectorarlo
y maldecir este pobre oficio
me descompensa,
como el oxido de las sillas
o el olor a trementina
desde la habitación
donde ahora te recuerdo,
y tus manos ansiosas
buscando en  mi cuerpo
el botón de encendido
para que mis palabras se conviertan
en cursis carteles de “acción poética”
pero no puedo hacer mucho para complacerte
mas que cambiar los posters de mayo del 68
por personajes de la escuela de Birmingham
y tomar un gran sorbo de mate
pensando en que ya nada me impide estar a tu lado
y caer rendida en la cama
e imaginar mis manos en tu bragueta
(escena frecuente de habitaciones al paso).
 Y vuelvo a traicionarte pensando
en comuneros exhaustos y minas informales
pero tus frases me vienen a la mente como post-it
con largas brechas de silencio
que acomodo sobre mi pecho
y te dejo penetrarme, ronronear en mi oído
y cargar mis demonios
pero vienen en seguidilla-violentos
cual comerciales publicitarios
y siento que las personas leen nuestras vidas
como si cada tropiezo saliera en periódicos chicha
¿y todavía somos, todavía eres? sin serlo
de costado abrazo tu espectro,
te abotono la camisa
y me pongo el cuarzo al cuello
para marcharnos juntos de esta habitación
desde la cual te recuerdo.



05-Abril-2014



Pintura: Cary McAulay

No hay comentarios:

Publicar un comentario