martes, 5 de mayo de 2020

SPLEEN


                                               

«Pero un cadáver es un resto 
de demasiados despertares»
                                                                                                                                                                    
 Cesare Pavese
  
a Gian Carlo Ríos Ramos

                                                                                                                               
El humo de tu corazón aún perfila un jardín
de flores deshojadas en mitad de la nada
—ese es tu goteo infinito!

Declinan los verbos en su afán de avivar
las cruciales brasas de lo incierto,
la noche se pierde en ese barro espiral
que recoge, sollozante, las súplicas
desde aquella cuna: el sepulcro.

El sol, ese inmenso cirio,
vende cántaros en las puertas,
la frente de la luz lidera el cortejo
hacia el barco de pico dorado,
donde la luna desmaya los cuerpos
en su mortaja de avejentado sur.

Un maremágnum de huesos
ondula algo que ya se nos ha ido
por los resquicios de las manos,
algo que ha logrado escapar
de la muralla sensorial.

Hoy las lágrimas son la lengua natal
de lo interrumpido, una elipsis mojada
que acompaña las lanzas inflamadas
hacia los coágulos que te enmascaran.

La cortesía de la lluvia nos maldice,
nos trae la sombra del único árbol 
y también pinceladas, 
luz terrígena.

El humo de tu corazón aún perfila un jardín
de flores deshojadas en mitad de la nada
—ese es tu goteo infinito!


Pintura: «Self - portrait» de Francis Bacon (1969).

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