lunes, 21 de agosto de 2023

JORGE CAMPERO: «Musa en jeans descolorido»

 



MUSA EN JEANS DESCOLORIDO

En el mesón de los interminables platos de ajíes tamales para dos calaveras / donde hacemos titánicas pulsetas / para olvidar el pedazo de película / cuando Ud. era una medalla de mi charretera / o la brisa de mi caballo / mi bandera de guerra / entonces los dos acostados sobre el mapamundi / al calor de las refriegas / las noches / la música de los zancudos / esperándonos con los brazos en jarra / cerca al hito de frontera / se nos enfundaba la gana de jugar a la taba en los días de lluvia marcados en el Bristol claveteado en la pared / sabiendo lo tarde que es para esperar el tren que viene del sur / otra resaca que triza el alma / y los kilos de los años son el plomo de los fusilamientos / pues / le diré / que conocerla no fue en vano / y como último favor / quiero haga una visera con sus manos / para observar los gallinazos revolotear los círculos de mi victoria / cuando desciendan por mi carroña / a los campos de batalla donde sembramos lechugas / por favor no los espante. 



TRISTES DESPUÉS DE LA LLUVIA

Tristes tristísimos quedamos uno y otro
Después de los días irreconciliables
Con puertas cerradas en la ciudad bajo los relámpagos 
Y presagios de avisos necrológicos 
Aún húmeda en la prédica de los cuerpos hambrientos.
Rectilínea en los mapeos de las aves que alzaron vuelo.
Ciudad enterrada. Púrpura la carne de tus caracoles.
Las bataclanas hicieron un alto a la hora de la cena y sirvieron el lutado corazón
En el conteo de los que faltan.
La ciudad atrapada por las sombras con el sabor pétreo.
Volveremos a engendrar los hijos y entrechocarán las cópulas
Y escanciarán sus sabores en la Plaza de Marte despatarrando las zancudas
Amorosas promesas de amor.



HOMENAJE PARA UN PAISANO

Viejo lagarto lleno de poesía
Ya te imagino con tu sombrero jipijapa 
Tu viejo sobretodo
Tus lentes oscuros para mirar una ciudad garrapata
Así
Cruzando una plaza con el oficio de los bolsillos 
En un día de lluvia 
Unánime digo
Que tienes unos sudorosos poemas en los sobacos
Más un poco de ropa sucia 
La vida teñida de relojes
Pues 
Jaime
No te has afeitado esta noche
¿Y si te dejaran morir un poco más
Por lo menos sacar la otra mitad de la lengua al sol
O
Comer otro de marraqueta?
Con la boca amarga de alta noche 
Tal vez
Del largo viaje de regreso a la poesía 
Esta ciudad feliz de muertos a veces parece que te saluda
Los abortados sin sitio ni bautizo.
Apuesto que se te subió la gana de empujar un carrito de niño 
Y los buses te traerán desde el otro lado de los recuerdos
Es que la vida quiere expulsar su estómago
Colgados tus antiguos trajes el memorable olor a naftalina
Inmóviles las floreadas corbatas 
Las muchachas de las callejas extrañas 
En las ventanas disecándose junto a los geranios
Y una canción de moda bailando dentro
¿Acaso has olvidado la herida de ser conocido inquilino?
Repito no te has afeitado
Tu novia está vestidita de tul 
A la muerte se la debe esperar muy simpático 
Bajo un semáforo
Escupiendo.



VILLANO DE PELÍCULA MUDA

No edifiques ciudad alguna sobre la nostalgia 
Tienes por obligación ser un extraño
Olvida ese cuerpo piel de mariposa
Olvida sus tigras palabras silenciosas pisadas
Su voz de vidrio
Borra ese olor
Ese sabor
Amarra con su caballera el pálido sol
Tú eres la música del poema
Cruzando un ancho de sala
Hazte a un lado
Si no quieres ser un escarabajo estrellado
Arañando la barriga del cielo
Estatuas de sal hablan a tu espalda
No vuelvas atrás no maldigas no digas nada
Olvida ese delirio aurífero
Los hombrecitos no lloramos nos desangramos.



GATO QUE FUMA

Telepáticamente había amigado
Con una gata e hija del perfume de la diosas Isis
Con agrios melindres verdes o amarillos
Alimentada con carne de ibis 
Y albatros de alas pesadas
Mesa turquesa
Cubiertos de titanio 
Vajilla de cerámica mochica
Vivía dentro de una burbuja
En la cumbre del nido Illimani 
Ella desmayada por un ángel de Calamarca 
Sus ojizarcos entre la zona boscosa 
En los valles a los pies del achachila
Húmeda y boscosa apoyada en un árbol
Que produce por doble cosecha
Entonces lloró el violín en una tripa de gato
Que a unas tres pedradas o vuelo de pájaro
Se escucha maullar 
Por la gata que estaba buscando

A Edwin Calle

 

Estos poemas fueron extraídos del poemario "Musa en jeans descolorido", ganador del Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal, el año 2001, y fue editado por Plural en junio del 2023.





JORGE CAMPERO 
(Tarija, Bolivia, 1953)

Autor de obras como «Promiscuas» (1976), «A boca de jarro» (1979), «Árbol eventual» (1983, 2009), «Sumarium común sobre vivos» (1985), «Musa en Jeans Descolorido» (2001, 2009), «Poeta sin Pedigree» (2002), «Jaguar Azul» (2002, 2005, 2007, 2009). Es el único poeta galardonado en dos oportunidades con el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal el año 2001 con la obra «Musa en Jeans Descolorido» y el 2002 con «Jaguar Azul», este último libro reeditado en Buenos Aires (Argentina) en 2005 por Alción Editora y en Santiago de Chile (Chile) en 2007 por Editorial Ayun. Ambas obras fueron reeditadas el año 2009 por Editorial Plural y presentadas en el marco de la Feria Internacional del Libro en La Paz. Pese a que la obra poética boliviana no tiene mucha oportunidad de difusión en el ámbito internacional, la obra «Jaguar Azul» fue uno de los 10 mejores libros de América Latina en la XII Feria Internacional del Libro de La Habana, Cuba, el 2003. Dirigió las revistas «Camarada Máuser» (1982), «Siesta Nacional» (1988), «El cielo de las serpientes» (1994) junto a Rubén Vargas, Edmundo Mercado y Juan Carlos Ramiro Quiroga con quienes conformó el grupo literario «Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis». Desde 2006 edita «Mar con Soroche», revista literaria publicada por un colectivo de poetas de distintas nacionalidades de Sudamérica en el marco de un proyecto de acercamiento entre poetas de Bolivia y Chile. 


Foto (1): Harsh Raj Gond
Foto (2): Gabriel Ramos

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