martes, 28 de mayo de 2024

«CONTRA LOS MALOS PRESAGIOS»: Luzgardo Medina Egoavil





POEMA 1

El viento tiene
su verdadero sentir
(Luis Hernández)

    Tengo en mis manos el durazno recogido de la rama más alta de este siglo (estoy acostumbrado a sudar claveles en las épocas de frío).

    Pienso: "En la intemperie nos han procreado, en las colinas donde el oso hormiguero tiene su madriguera habité un día". La noche viene levantando polvareda. ¿Quién canta?

    Existe un grillo que cuando canta enciende la noche. Abre bien el alma, mira que desde lo más profundo del bosque emergen los aullidos del otoño.

    ¡Shust!, calla, que el viento no nos escuche.

  No, no es el viento. Es la mirada de otra nostalgia, de otra luciérnaga, de otro equino que no figura en el mapa, pero la premonición con todo su peso nos trae la penúltima flor deshojada.



POEMA 4

    Quisiera eternizar la nostalgia, introducirla en un saxo, asirla con mi mano líquida y en un pedestal santificarla con un beso negro.

    Voy cayendo lo mismo que una flor de cactus. Enciendo una fogata, arde la nieve. La intimidad nos condena a vivir, por siempre, buscando las sierpes que se perdieron en lontananza.

    Cada día el hombre confunde las puertas de la salida con las ventanas por donde se filtra un amor colibrí.

    Después de nada y de todo te recuerdo que el limbo tiene jilgueros como cáscaras o archipiélagos, y por debajo de cada árbol hay una nostalgia, una generación de muertos, cajones de inocencia y aires de abanico.

    La nostalgia destila todo el cariño que necesitan los afligidos por una vaga idea.



POEMA 8

A la hora del té
Despójate el universo
Y bótalo a la basura.

    En esta maleta guardo la hojarasca del último otoño y en esta mano la única verdad que dije en mi vida. Todo está listo para el viaje.

    Hace soledad, mucha soledad.

    Debo irme pronto a los bosques tropicales a vestirme de verde, de paiche, de barro sentimental. Ver que las palabras humeen bajo el agua, y las melodías se tornen abstractas o atizar el fuego donde la inocencia sangra olvidos.

    Estoy harto de vivir sumergido en un charco al que acuden las flores de la nada a calmar su sueño.

    Mi vida es apenas un golfo donde -a pesar de todo- las tortugas entierran sus huevos y el bufeo se torna más blanco que la pulpa del coco.



POEMA 13

Agua entre aguas,
Como agua entre muros:
Es demasiado llorar por nadie.

    Maldita la hora que se va sin dejar un recuerdo, Maldito el río que se va directo al mar sin mojar, siquiera, el corazón deshabitado del poeta.

    Maldita la ventana que nunca está abierta para la tarántula, aquella en cuyas patas lleva bolas de oxígeno al fondo de las aguas hediondas.
    
    Es verdad, el animal racional se pasó veinte siglos maldiciendo el amor, bendiciendo la pólvora. El pan nacía embrutecido, la jungla con rabia era talada, las lagunas como novias abandonadas se iban secando.

    Dentro de los edificios estaban los caníbales (los he visto), a coro y a pura dentellada se repartían la nieve colmada de rastros.

    Pobre de mi huerto donde un día enterré a mi perro y donde hoy crecen siete matas de pallar.



SIGILO PARA EVITAR QUE UN MAGO RIVAL ARROJE UN ENCANTAMIENTO SOBRE EL QUE LO LLEVA PUESTO

    Todos los domingos gobierna Baldur. Dicen que en los granos de arroz perviven los animales adoptivos, esos con los que anhelamos jugar con trozos de intransigencia. Todos los domingos hay que llevar este amuleto.

    Cuando se vea este amuleto a la entrada de los negocios, a la salida de los cines, en el portón más pequeño de la dicha, en el fondo del río donde están ahogadas las preguntas: no lo cuentes a nadie. Podría incorporarse una frente a tu frente o un musgo aéreo a tu sombra,

    Con este amuleto el maravilloso Merlín pudo transformar la intensidad de la noche en un aullido de jabalí herido. Pudo decir ¡te amo! sin pronunciar una sola letra. Sólo así pudo coleccionar todos los lunares habidos en un frasco.

    Las reinas anhelaban copular con él.

    De llevar este sigilo grabado en el brazo con tinta china ten la certeza de que cada vez que el otoño llegue de cada dedo te fluirá un universo y una mirada saldrá de tu boca.



AMULETO PARA EL AMOR 
Y OTRAS IMPUREZAS DE LA CARNE


    Los escribas cuentan que Safo llevaba siempre, colgado del cuello, una cadena de plata. Se supone que éste era su amuleto, se supone que con esta idea melancólica vivió, murió y resucitó entre los perfumes zodiacales.

    La diosa Friga, que no es otra que la despampanante Venus, llega a este mundo todos los viernes. Huele a los insultos más finos y sutiles. Viene toda vestida con sedosos bufidos. Breve telarañas cuelgan de sus axilas. Ella, que es la diosa de la fertilidad y del alumbramiento, aconseja que todas las criaturas inasibles deban llevar esta marca que no es sino la marca del beso y del esperma.

    Con este amuleto el espejo reanuda su paso, los alimentos divididos en cuatro se transforman en círculos prolongados. La escalera que conduce al suplicio de pronto deja traslucir su dos robustos pulmones renacentistas.

    En dónde poder comprar un amuleto como éste, en dónde poder llorar al pie de un rumor para que ni el mejor de los artesanos sepa interpretar  el fondo de mi barca. 


Portada "Contra los malos presagios"

Luzgardo Medina Egoavil



Poemas extraídos del libro Contra los malos presagios, del gran maestro Luzgardo Medina Egoavil, y fue editado por Eclosión en la ciudad de Arequipa en junio de 1992 en el tradicional distrito de Chiguata


LUZGARDO MEDINA EGOAVIL
(Arequipa, Perú, 1959-2015)

Estudió Ciencias Jurídicas y Políticas en la Universidad Católica Santa María (Arequipa). Obtuvo el Premio Nacional “César Vallejo” 1994, de diario El Comercio. Ganó el Premio Nacional de Poesía “Municipalidad de Paucarpata” 1993. Por su libro “Avatar” obtuvo mención honrosa en el Concurso Nacional de Poesía de la Asociación Cultural Peruano Japonesa del Perú (1994). Recibió el Premio Copé de Bronce en XIII Bienal de Poesía “Premio Copé Internacional 2007” , Le fue conferido el Segundo Premio Regional de Cultura del Instituto Nacional de Cultura del Cusco (2007). Publicó La boda del dios harapiento (1981), Cuervos en Sodoma y Gomorra (1983), Ad libitum (1995), Contra los malos presagios (1995), Avatar (1996) Rostros del sueño (2005), Nada (2007), Bajas pasiones para un otoño azul (2008), Cronología del equilibrio (2008). Trabajaba en la Sub Gerencia de Cultura de la Municipalidad Provincial de Arequipa como Artista. Fundador de la revista Eclosión que realizó gran actividad cultural en la década del 80 dentro del ámbito surperuano. Fue Diputado del Parlamento Mundial para Seguridad y Paz (1994). Como periodista estuvo comprometido con la defensa de la ecología y al estudio del folclor. Fue Presidente del Sindicato Centro Federado de Periodistas del Perú. Falleció el 25 de enero del 2015.

Foto: Dennis Perreault

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