Mi aguda y ciega mirada
se inclina en suspiros y
letra a letra absorbe tu voz.
La suavidad de mis labios tuyos
desencadena fardos repletos de
inviernos de luna, viejos de inocencia y soledad.
Estremecidas despiertan nuestras moléculas
sincronizando el cortejo,
pintando los cuerpos entre lienzos intactos,
suben y bajan en movimientos infinitos.
Estañando cada una de tus formas, de mis formas
árboles nocturnos, cielo y luna,
tan tuyos, tan míos,
creando manos y caminos.
Ardiendo de placer y agonía,
es hora de cruzar para descender
aprender a ser pez para volar.
Mi joven vejez aprendió
a acariciar sin tocarte,
a amar sin tenerte
a verte sin soñarte.
He llegado ya a tu orilla.
Lina Q'inti
Foto: http://groteleur.tumblr.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario