lunes, 13 de noviembre de 2017

CHARLY LIRA: «Finventario»




Pon libros en el plato del rayo
Da de beber a los matemáticos

Un viejo palto se nos muere en el avión

Adentro tengo algo de barro cansado
Mucho espacio
Y
Cemento flojo
Un viejo manantial de escucha al filo

Verter
Mar mar mar mar
Bizcos ramajes
De alegría

Hipocampo!
Existen bisagras en la niebla!


Finventario es una plaquette que contiene 20 poemas escritos por uno de los vates más jóvenes del altiplano en las innumerables fiestas aéreas que celebraba en las calles del lago. Charly —como se dice popularmente— estaba en todas. Lo frecuenté a mi regreso a Puno, el año 2015. Coincidimos en el local de Huajsapata que regentaba el poeta Filonilo Catalina y que se convertiría en la base de operaciones de la Asociación Cultural Huajsapata hasta inicios del 2016. Vestía siempre extravagante y desaparecía el momento menos pensado. A pesar de su corta edad (21 cuando lo conocí) tenía conocimientos de toda índole, sobre todo los ligados al esoterismo, la química y la arquitectura. No era tan asiduo a nuestras tertulias pero se dejaba caer los fines de semana, gustaba del ron y las conversaciones alrededor del amanecer. En una de esas noches nos reveló que de vez en cuando escribía poesía. Una de las jornadas más memorables fue el día del año nuevo andino del 2015, donde celebramos rituales ignotos con el fuego fatídico y el ron como principal esencia. A finales de año le perdí el rastro, literalmente se lo tragó la tierra. 

A inicios del 2017, junto a los poetas Edgar Pacompia y Pablo Manuel, tuve la oportunidad de conocer al profesor azangarino Orfelino Lira Choque, me lo presentó el escritor Henry Esteba en una cantina en el corazón de Laykakota. Pronto dedujimos que se trataba del papá de Charly ya que la poesía era un tema muy insistente. Él nos contó, con lágrimas en los ojos, que su hijo había perdido la vida el último mes del 2015 pero no aclaró cómo y en qué circunstancias, aunque dejó caer que su desaparición estaba ligada al abuso de sustancias; entre tragos nos prometió mostrarnos un conjunto de poemas que su hijo había dejado escritos en un viejo libro de inventario que se usaba antes en las tiendas de abarrotes y que él conservaba. Nos brindó algunos datos más sobre su único vástago y sobre él mismo: «Yo trabajo de profe detrás del volcán Kaphia», nos dijo a manera de anécdota. Hace tres meses volvimos a contactar con él y vimos con nuestros propios ojos el viejo libro de inventario en el que Charly había dejado sus poemas, la letra era intensa, sin duda escribía con vehemencia su trance, los poemas no tenían título pero parecían conservar un orden. El título de la plaquette se debe a que él mismo añadió una «F» a la palabra «inventario» que figuraba en la tapa. 

No le costó mucho tiempo al equipo de «Rupestre Ediciones» convencerse de que Charly Lira debía salir a recibir la luz del mundo; contactamos con el diseñador y poeta Ítalo Passano, quien reside en Cusco, y el nos devolvió una plaquette que mide 70 centímetros de ancho y 25 centímetros de alto. Entraron 20 poemas, pero todavía existen algunos más que editaremos más adelante. El poema en la parte superior de este post, es uno de los que aparece en la plaquette.

Desde el miércoles 15 de noviembre de este 2017, estaremos difundiendo esta singular obra poética, día que coincide con el que hubiera sido el vigésimo cuarto cumpleaños del poeta neurotóxico, Charly Lira. 

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