jueves, 11 de julio de 2024

Lotófagos Lacustres 3.0

 





FILONILO CATALINA






POEMA DE UN SOLO DISPARO
 
Si no fuera poeta
hubiera sido un pistolero
sí / uno de esos
de dura mirada
soltando balas como suspiros y
sin el menor remordimiento
(Justo como ahora
que escribo estos versos)
hubiera digo
ya que en ambos casos
conquistan a la más bella y luego se les va
o la pierden por azar
hay una que muere por él (siempre la hay)
pero él muere por alguien más
la fortuna
-para los dos-
es una bala que en el tambor gira
sin saber a quién le tocará.
De no haber sido poeta dije
y suponiendo que mi destino hubiera sido elegido
sería un pistolero
recitando maldiciones como los más sublimes versos
y en este momento
-claro / con todo y arma en mano
además del cigarrillo al borde de los labios -
estaría
calladamente
deseando
que de mis manos
en vez de balas
salieran versos
y que tú estuvieras muerta por solo uno de ellos.



ITALO PASSANO






SR. PARAISO:



Amores mediocres 
crecen como plantas carnívoras
 invadiendo los pueblos destruidos.
Su beso garantiza la copula dolorosa al mirar el cielo.

Es un decreto hermano Nacer

en las arterias más pesadas del monstruo que nunca duerme.
Somos perfectos así
Cuidando el líquido vital de los muertos
Que no te de pena la incertidumbre de mi caminar
Porque muchas veces hemos sido gloriosos ante el viento
De nada sirve que me engañes
Que te engañes
Buscando pasiones en los huecos de esta sierra

¿Acaso no estoy tranquilo?
¿Acaso no voy despacio?
Si soy el hijo soy el padre
Me sumerjo en las llagas de esta tierra
Puedo ser abyecto y desalmado
Astuto fugaz
Pero si no te recuerdo es porque no llegaste al centro de mis miedos
¿Qué queda en el corazón cuando el mundo se ha detenido?
¿Quiénes somos, hijos de las carreteras, de los manantes, de los nevados y los vencidos caciques de esta ilusión mortuoria?


¿Quiénes son?
Nadie me ha regalado la dicha de decirte en la cara
Que ahora todos somos concubinos de la muerte
Te amo perdón perdón te amo (x2)
Ayúdame a saltar todos los registros de esta niebla
Sé libre para aceptar que las huacas no están predispuestas para nacer
A fin de cuentas quién soy yo para decírtelo
A mí con suerte el mar vendrá a poblarme
No soy cristo redentor ni la virgen de Guadalupe
Solo he sido el glorioso despreciado por el viento


Púdranse las mentiras
Púdranse los gobiernos
Púdranse en la belleza alienada de sus cantos
El indio que llevo dentro los va tranzar como a todas las costas que me han visto nacer


Tomemos este Señor Paraíso
Nadie más merece disfrutar de este olor
Gracias Lilith por tanto agave agave
Los cristos ya nos sonríen en el abismo de las carnes
Terminemos por fin con este llanto
Tomemos este Señor Paraíso de los tiempos cocinados
domesticados por fascistas religiosos 
de santa podredumbre y sabiduría
persígueme porque ya estoy libre
se la auténtica gloria que todos esperamos
no sean los pobres infelices de la historia
no renuncien a la evolución de sus vacíos
mama y papa seguirán contando los amores muertos
los muertos con los que vamos a tomar esta ciudad perdida
ya que jamás entenderán la virtud que nace de los ciegos
jamás entenderán el corazón de los hombres libres
este mundo ya los calcino en recuerdos bastardos
por eso terminemos con las cunas de oro
terminemos con este Señor Paraíso
tomemos la vida que es una sola
y amemos todos en un solo corazón solar
marino, solar, marino, astral
marino, marino, marino, marino
y no hables más ni ames al esclavo eterno del miedo…



LEO CÁCERES




ASTIGARRAGA

Existen las conversaciones que a la luz de un grupo de astros
Versan sobre literatura romántica 
tras los lechos amargos del viento
Las que versan sobre manos gigantes que labran la tierra 
y pelan papas gigantescas

Existen las ancestrales tardes taciturnas, como la gente,
toman el color ámbar del cielo,
Como existen también los silencios tenebrosos
Porque las personas desaparecen sus lenguas en un vaso.

Camino acompañado de elefantes y camiones industriales
Camino acompañado del clamor de un mar infinito de pájaros.

En mi mano derecha se gesta el frío
De mi mano izquierda se sostiene un viejo dormitante
En él habitan caminos intransitables, colinas humeantes
Almuerzos de primitivos domingos, 
hongos y caracoles doblegados por los siglos.

Yo, desde luego tengo acceso a mundos nefastos, 
A mundos calcinados
Presencio el despertar de la muerte 
Sentado en un sillón marino 
Leyendo a la luz
De algún mutismo dorado 
Los poemas desarticulados de Ducasse.

Pronto las letras se aglutinan en la cueva, 
Salen despedidas por un vómito
Excretado desde las entrañas de un corazón mutilado.

Astigarraga me permite adentrarme en su iglesia boscosa
Tomar sus manzanas desperdigadas en las calles
Reunirme conmigo mismo de camino al río
Con las viejas ganas de matarme como barca
Y la sonrisa como remo terriblemente corto.

Existen esas conversaciones  
Cada vez estoy más convencido
Pero terminan extraviadas en los 
granos de arena de una playa inexistente.



Afiche: Italo Passano
Fotos: David Arias

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